Adrian, mi buen amante - Relatos Eróticos

Adrian, mi buen amante

Después de varios días de sentirme caliente apareció la oportunidad, se trataba de una persona que en contacto por una página, la verdad es que se veía bien y me inspiro confianza, sin más quedamos de vernos y una vez que nos encontramos ambos decidimos continuar. Nos fuimos rumbo al motel, en el camino mientras platicábamos Adrián se iba tocando la verga, síntoma de que ya iba caliente, sin dudarlo más puse mi mano encima de su entrepierna y comencé a bajar su cierre, de inmediato broto se entre sus ropas una hermosa verga, la acaricie por un par de minutos y después aprovechando la obscuridad me recosté para meterla en mi boca, sabía deliciosa y después de un par de mamadas Adrián descargó toda su leche que yo trague sin dejar gota alguna, sabía más rico de lo normal y terminé limpiando cada gota de ese elixir.
El trato de disculparse, pues sintió que fue muy rápido, a lo cual yo le dije que no pasaba nada y que podíamos llegar al motel para un segunda oportunidad.
Después de llegar a la habitación, me quite la ropa para que el viera mi ropa sexi, cusa que le agrado. 
Mi culo desbordaba pasión, una tanga de encaje con bordados de flores y un corpiño que hacía juego.
De inmediato me di cuenta que el ya quería más, su entrepierna ya marcaba su verga parada, así que me arrodille frente a el y desabroché su pantalón, baje su boxer y dejando al descubierta su verga, nuevamente la metí a mi boca y saboree esos Cms de carne, su verga brillaba de lo hinchada que estaba y ...

... aproveché para besar sus bolas. 
No quise continuar, porque yo quería ese trozo de carne dentro de mi.
Adrian me llevo a la cama y poniéndome en 4 ofrecí mi culo, el no dudo, beso mis nalgas y yo comencé a sentirme sumamente caliente, gemi cuál perra en celo mientras el lleno se confianza comenzó a tratar de besarme el culo, cuando al fin lo hizo sentí una descarga, sentia la necesidad que el comiera mi culo conas fuerza, y lo así lo entendió su boca y lengua trataban de violar mi culo, de pronto un par de dedos ya los tenía en mi interior mientras que con la otra mano acaricio mi verga. 
No podía más, así que le suplique me cogiera, después de llenarme de saliva y poniéndose tras de mi, sentí su verga a la entrada de mi culo, no podía aguantar más así que mientras el se recargaba en mi yo empujaba hacia atrás mi trasero. Por fin, su verga entro, me dolía pero no quería parar, le pedí un momento.
No me saques la verga, no te muevas. Deja que mi coño se acostumbre.
Después de algunos segundos Adrián me comenzó a dar, sus metidas y sacadas me hacía gozar, me estaba haciendo gemir...
Así Papi...me sentía caliente y muy puta
Mientras su verga continuaba taladrandome, sus manos me tocaban por todos lados, de pronto un para de nalgadas me hicieron el momento, mi verga respondió a sus deseos sacando un poco de mi.
Así perra, te quiero preñar...vaya que esas palabras me hicieron sentirme más puta...mi calentura era tal que apreté su verga con todo. Mi culo no quería dejarla, salir ...