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Algo inesperado
Fecha: 02/05/2025, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: Redbeetlel, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
El aire dentro del coche olía a la tensión de una despedida reciente, mezclada con una electricidad silenciosa entre Ximena, de 44 años, y Kevin, que casi alcanzaba los 19. En el asiento trasero, Juan, con sus recién cumplidos 19, mantenía una distancia gélida. Al llegar al aeropuerto, Juan abrazó a Kevin con un gesto rápido y distante. Luego se giró hacia su madre, sus ojos llenos de reproche. Juan: "Adiós, mamá." Murmuró antes de desaparecer tras las puertas de embarque. El silencio en el coche de vuelta era pesado. Kevin carraspeó, sintiéndose incómodo. Kevin: "¿Te gustaría tomar un café, Ximena? Para... para despejarte." Ella asintió sin mirarlo, su rostro reflejando una mezcla de tristeza y confusión. En la cafetería, Kevin intentó romper el hielo. Kevin: "¿Sabes? Juan va a echar mucho de menos tus croquetas. Siempre decía que eran las mejores del mundo." En las semanas siguientes, sus encuentros se volvieron un refugio silencioso. Un día, Kevin ayudó a Ximena a arreglar una persiana. Kevin: "Siempre he pensado que tienes una casa muy acogedora, Ximena. Llena de recuerdos." Ximena: "Gracias, Kevin." Respondió ella, su voz ligeramente temblorosa. Ximena: "Juan llenó cada rincón con sus cosas. Ahora... ahora se siente un poco vacío." La tensión entre ellos creció hasta que un día, Ximena llamó a Juan con una excusa. Ximena: "Cariño, ¿tendrías unos pantalones viejos que ya no te pongas? Kevin va a pintar el estudio y necesita algo para no mancharse." La ...
... respuesta cortante de Juan fue un "No" seco, sin ofrecer más explicaciones. Ximena suspiró, sintiendo una punzada de dolor, y luego invitó a Kevin a cenar. Mientras él se probaba los pantalones en el baño, un bulto innegable se marcó en la tela. Ximena, con una curiosidad creciente, no pudo evitar comentarlo. Ximena: "Vaya, Kevin... parece que tu amigo está un poco... animado ahí dentro, ¿no crees?" Kevin se sonrojó hasta las orejas, tartamudeando una disculpa. Kevin: "Sí... lo siento, Ximena. Últimamente... últimamente es un poco... sensible." Ximena se acercó con una sonrisa pícara, sus ojos fijos en la protuberancia. Ximena: "Oh, no te disculpes. Quizás... quizás debería echarle una ojeada para asegurarme de que no esté incómodo." Con manos que apenas le obedecían, abrió su pantalón. Al liberar la erección juvenil y firme, exclamó con una sorpresa fingida, aunque con un brillo de genuina admiración en los ojos, Ximena: "¡Vaya, Kevin! Es... es más grande de lo que imaginaba. ¿Unos... diecisiete centímetros?" Kevin: "Casi veintiuno, Ximena." Corrigió Kevin, su nerviosismo mezclándose con un incipiente orgullo. Lentamente, Ximena comenzó a acariciar su verga, masajeándola suavemente de arriba abajo. Observó cómo una gota de lubricante natural humedecía el glande. Con una lentitud provocativa, pasó la lengua por la punta. Ximena: "Mmm... ¿sabes a qué sabe, Kevin?" Preguntó con una voz suave y cargada de insinuación. Volvió a pasar la lengua, esta vez desde la base de ...