Mi novio se vuelve cuck - Relatos Eróticos

Mi novio se vuelve cuck

... entrando y entre más entraba más me costaba resistir, solo gruñía y apretaba todo pues si me lastimaba a pesar de estar muy lubricada por mis fluidos, todas mis fuerzas se terminaron cuando entro por completo, haciendo que soltara mi resistencia con un gemido largo que ahogue con un grito, entonces como si mi gemido ahogado lo encendiera aún más, el comenzó a sacarlo y meter, comenzando así nuestra primera vez azotándome.

La sala de su casa se llenó de aplausos , de su glande contra mis glúteos y muslos, que rebotaban a su morboso ritmo, me apretaba la cintura con sus manos como si fueran riendas ya que con ello podía azotarme de una forma firme manteniendo ese ritmo brusco, ya no podía más por lo que mis gemidos eran constantes y sin descanso por al menos unos 5 minutos que fue cuando lo saco haciéndome gritar y temblar un poco, sintiendo entonces su eyaculación en mi espalda baja, ardiente y abundante.

Estaba alborotada, acalorada pero feliz, caí de costado viendo su verga algo babosa por mis fluidos, lo mire a los ojos y tome su verga con mi mano, me acerque y sentada a la orilla del sillón me acomode para acercar su verga a mi cara, azotándome la cara con su tronco, embarrando mis lentes de fluidos que no reconocía a la vez que lo miraba a los ojos, entonces con mis 2 manos sujete lo largo su verga dejando libre la cabeza, la que mire y olfatee para proceder a mamarla, él se comenzó a retorcer, a pujar y temblar pues había quedado resentido de la cogida que me ...

... dio, entonces comencé a succionarlo y usar mi lengua en toda su cabeza, pasándola una y otra vez ejerciendo presión sobre la punta de arriba para abajo y a los costados, a la vez que mis manos lo apretaban y sobaban, todo esto mientras miraba sus ojos como podía, logrando recuperar su dureza, saque de mi boca la punta sin dejar de succionarla, dejando un ruido pegajoso al despegarme.

Le pedí que me diera un condón y se lo coloque, posteriormente me recosté de espaldas al sillón abriéndome de piernas al aire, yo cabía muy bien en su sillón por lo que no iba a ser difícil lo que quería, el al ver mi invitación se acomodó y me la metió de golpe provocándome un grito ahogado en un gruñido, un poco incomoda por el condón pero caliente a mas no poder, me comenzó a coger, lo mire a los ojos sin parar mientras gemía por su tronco dentro de mí, el cual sentía como entraba y salía tan ardiente, mis paredes vaginales lo apretaban con fuerza en esa posición, sentía como moldeaba mi interior cada vez que entraba pues empujaba hacia dentro mis paredes con su punta y las paredes que lo abrazaban también, lo mismo cuando el salía, solo que multiplicado a la velocidad en la que me azotaba, esa sensación de como mis fibras musculares se movían a la vez con su verga entrando y saliendo me volvían loca:

-	¿Tanto te gustan? –pregunte gimiendo al darme cuenta que a mis piernas las agarraba y observaba como rebotaban-
-	Me las voy a coger también –Exclamo acelerado mientras las hacía sonar más ...