MÁS NENAS TODAVÍA - Relatos Eróticos

MÁS NENAS TODAVÍA

... tener tranquila la pija unos minutos, lo que me permite recuperarme. 
Las hago acomodar en el sofá. Rosa en un extremo, boca arriba. Le levanto las piernas y pongo sobre mis hombros. Beso, lamo y chupo su peluda concha y adyacencias. Mientras esto hago, Ángela no está indiferente. Se dedica a mi escroto y al culo. ¡Lo hace tan rico!
Cuando termino con Rosa, luego de un nuevo orgasmo, coloco a Ángela en cuatro, con la boca a la altura de la concha de Rosa, y le hago recibir en el culo y la concha mis chupadas y lamidas. Podría describir todos los gemidos y grititos de ambas, pero me llevaría la mitad del relato.
Ángela, mientras recibe en la concha la pija, chupa la concha de Rosa. Me aferro a las tetas de Ángela, y ésta a las de Rosa, y las amasa. Rosa, solidaria, utiliza una mano para las tetas de Ángela. Ésta recula permanentemente acompañando el bombeo. 
En la sala hay un gran espejo que reproduce las acciones de los ocasionales amantes. A Ángela le gusta verse cuando coge. No va al dormitorio porque la cama es muy chica. En el sofá es más divertido. Es lo que me aclaró en algún momento.
Intentamos nuevos cambios, lo que les encanta. Rosa se acuesta de espalda, con las piernas en mis hombros. Ángela se acuclilla sobre la boca de Rosa. Esta le retribuye los favores lingüísticos. No desperdicio la postura de Rosa. La clavo en ambos agujeros, mientras Rosa chupaba anhelante la concha de Ángela. Las imágenes del espejo son maravillosas, como una de las pelis porno que ...

... aparecieron varios años después. Como están tan a mano y son realmente grandiosas, no dejo de amasar las tetas de Rosa. Así varios minutos…, una media hora tal vez, matizada por los orgasmos de las hembras…, que lo agradecen con gritos y gemidos…
-¡Mierda, me vengo! ¡Me vengooooo! ¡Dios! Diositoooo! 
-¡Dani! ¡Daniiii! ¡Mi amor! ¡Cómo me hacés acabar! ¡Guacho! ¡Sos un mago!
Ambas mujeres “compiten” en las acabadas y gimoteos…
Me acuesto de espalda cual largo soy, ocupando casi todo el sofá, y Ángela se acomoda inmediatamente para montar. Tal vez la encuentra un poco “blanda”. Se deleita con una buena mamaba. Yo también me deleito… Un par de minutos y estoy a punto. Al fin se monta de una… ¡hasta el útero! Rosa había seguido atentamente las acciones de su amiga. Estando ésta ya instalada, la mami de Soledad va hacia mi cabeza y se acuclilla sobre mi rostro.   
¡Dos cabalgatas! Una sobre la pija, otra sobre la boca. Los orgasmos se suceden. Durante 10 minutos, tanto una como otra no dejan de embardunarme la cara y el sofá.
Las hembras, una frente a la otra, no dejan de amasarse las tetas, de besarse y chuparse todo lo que tengan a mano, tetas, cuellos, orejas, boca… 
Por supuesto, estoy absolutamente complacido, con intermitentes apretadas de tronco para durar más… Es absolutamente exquisito el culo y la concha de la Rosa. Como en varias oportunidades anteriores, me es imposible determinar preferencias. 
Ángela ríe por cualquier cosa; Rosa está seria, concentrada en la ...