Mi papá me transforma por mi bien - Relatos Eróticos

Mi papá me transforma por mi bien

... y vas a querer más.
No saco el dedo, lo dejo allí dentro un rato sin moverlo, y me acariciaba la espalda, me susurraba que me relajara, que lo iba a disfrutar mucho, luego empezó a moverlo en círculos sin sacarlo y encontró ese punto que tenemos los hombres que nos hace ver las estrellas, y yo sentí otra vez esa corriente recorrer mi cuerpo y se me escapo un gemido, ahora empezó con el mete y saca del dedo, sentía una molestia, pero también placer, y gemía como puta.
-Así mi Juli-dijo- eso es relájate, y disfruta.
En ese momento metió un segundo dedo, también me dolió mucho, y solté un pequeño grito, pero enseguida el presiono ese punto de nuevo y ese dolor disminuyo y comencé a sentir placer, y los gemidos nuevamente inundaban la habitación.
-Que apretadita estas-dijo Álvaro- mas rico que el culo de tu hermana, voy a disfrutar desvirgarte.
Metió un tercer dedo, este me dolió muchísimo.
-Sácalo ya no quiero duele, duele mucho- grite- no soporto el dolor.
Álvaro detuvo el mete y saca pero no saco los dedos, sabia que ya casi me tenia en el punto que deseaba, y no me iba a dejar, me desvirgaría.
-Tranquila amor-dijo- falta poco, tengo que dilatarte bien.
El dolor comenzó a disminuir, y Álvaro abría los dedos dentro de mi culo para estirar mi entrada y mi recto, luego los movía en círculos y comenzó a meter y sacar, dándome en la próstata que me hacia gemir, y yo soltaba grititos de dolor y placer de manera intercalada.
Cuando Álvaro sintió que ya estaba listo saco ...

... los dedos, mi culo de manera inconsciente comenzó a echar hacia atrás buscando esos dedos que habían salido, Álvaro se acerco a la mesa de noche, y saco un pote de algo (Lubricante anestésico), hecho un chorro que sentí frio pero me hizo gemir, y luego con el dedo lo metió dentro de mi ano dilatado, y luego se coloco un poco en su polla.
-Vas hacer mi Juli-dijo Álvaro- de una manera que nunca creíste.
sentí su cabeza gruesa en mi entrada, por el lubricante y el trabajo hecho se deslizo sin mucho esfuerzo, y pegue un grito de dolor super agudo y desgarrante, Álvaro no se detuvo, lo siguió metiendo sin tregua, hasta que sentí su abdomen chocar contra mis nalgas.
-Listo amor-dijo Álvaro-ya esta toda adentro, voy a esperar un rato a que se adapte al invasor.
Yo estaba llorando del dolor que sentía, no entendía por que mi papá no paro con el grito, y no se daba cuenta que me estaba haciendo daño, sentía que me partía en dos, el como dijo no se movió, lo dejo adentro y me acariciaba, incluso bajo y me chupaba las orejas y me besaba el cuello, me susurraba que me quería, que me amaba, que me relajara que lo peor ya había pasado, el dolor comenzaba a disminuir, y el saco un poco su polla y la volvió a enterrar, y rozo mi próstata lo que me hizo soltar un pequeño gemido, repitió ese proceso varia veces de forma lenta, pero consistente y poco a poco fue aumentando la velocidad, hasta que ya me follaba con fuerza.
-Mi Juli eres mía- gemía- eres mi perra Juli, eras mía.
-Si Papá soy ...