TAPANDO AGUJEROS
Fecha: 15/05/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Cuando pregunté quién es la primera, Ángela y Rosa se miraron… La última de ellas en tener mi pija adentro fue, si mal no recuerdo, Ángela, así que la primera, en esta oportunidad, sería Rosa.
-¿Puedo ir a tu culito, tesoro? – Sabía que sí, pero quiero estar seguro que conserva la higiene correspondiente. ¡Me encanta la lluvia dorada, pero detesto la mierda!
-Si papi, está absolutamente preparado…, en espera…
-¡Jajaja! Yo también lo tengo en espera…- Ángela no quiere ser menos.
-Las nenas me dijeron que ustedes son “simpatizantes” de la pija en el culo…
-¡Cómo si ellas no lo fueran! -
-¡Salen a las mamás! – Rosa y Ángela aceptan los “vicios” de sus hijas.
-Sin duda. Ustedes son dos geniales y ejemplares profesoras.
-Dani…, ¡con vos no hay agujero que se resista! A las nenas les pasa lo mismo…
Las nenas se refregaban en el sillón. Soledad está sentada sobre el respaldo, con las piernas abiertas hacia el frente, y Patricia, de rodillas sobre el sillón, sosteniéndose de las caderas de su amiga, le chupa la concha. ¡No le dan pelota a nadie!
-¡Estoy listo! ¿Quién es la primera? – Rosa está presta. A ella le corresponde. - Ponete en cuatro.
Tremendo culo el de Rosa. ¡No dejo de admirarlo! Le di una buena chupada, culo y concha. Rosa movía las caderas de un lado a otro. Le encanta, aunque a mí me incomodaba las chupadas; me tengo que tomar de las caderas para que no se me “escape”.
Tengo el glande rojo e inflamado de tanta actividad, pero estas minas no dejan de ...
... ponerme caliente, y querer más y más. ¡Es tan hermoso coger con mujeres como ellas, siempre con ganas!
Me enanqué sobre el tremendo culo y, en el hoyo que ya había lubricado Ángela, apoyé el glande, luego de sostener firmemente sus caderas.
-Me dijeron las nenas que te gusta mucho enancarte. – Rosa acepta el tratamiento.
Ángela había untado muy bien el culo de su amiga. No había más que empujar y entraba… En la concha es igual…, apenas esfuerzo. ¡Todo dispuesto! Un poco adelante, un poco atrás…, mete-saca acompasado… ¡Y los tremendos gritos y gemidos de Rosa!
-¡Aaaaggg! ¡Uuuggg! ¡Aaayyy! ¡Aaaaahhhh! – Es alevosa la intención para que se entere todo el pueblo.
Ángela me besa, me lame los pezones, el culo, va a las tetas de su amiga, se agacha, se mete debajo y va a la concha, y a mi pija cuando la desensarto. No deja nada librado al azar, o más bien al aire libre. Siempre tiene labios o lengua para zalamerear.
-¡Dale Dani! ¡Dale, dale! ¡Aaaagggg! ¡Ooogggg! ¡Ssssíííí! ¡Dale mááásssss! ¡Acabame dentro! ¡Bien adentro!
Coloqué el inflamado glande entre los húmedos labios y la penetré. Una de mis manos acariciaba, dentro de lo posible, el clítoris. Ángela me besa apasionadamente.
-¡No te olvides de mí, amor…!
-¡Nunca jamás!
Saqué la pija de la concha y le hice señas a Ángela para que la chupara. Me besó, pasó la lengua y sorbió los jugos de su amiga que bañaban el tronco. Rosa la recibía bien dura, acompañando mis movimientos con sus caderas.
-¡Aaaahhhh! ¡Aaaaggg! ...