Pequeña Cerdita - Relatos Eróticos

Pequeña Cerdita

En la casa de campo siempre me la paso en busca de hembras en celo bien sea becerras, ovejas, cabras o cerdas, hay una perra que cuando está en celo le meto una rica cachada de las buenas y los culos de las aves que no pueden faltar, pero el día de ayer una cerda muy pequeña de cinco meses aproximadamente y de unos 60 kilitos, entró en su primer celo, en ocasiones siempre las dejo madurar pero las ganas que me entraron no me dejaron razonar y en la tarde fui directo donde estaba la cerdita y la llevé para un cubículo del corral que estaba desocupado para que estuviera sola, además estaba bien limpio, le hice una buena limpiada a la cerdita, luego me puse a tocarle su rica vulva, no tuvo ninguna reacción en contra de mí, me recosté encima por un buen rato como si su macho la fuera a montar, le abrazaba por la panza y ella se quedó inmóvil, creo que ya estaba cansada porque no molesto, yo estaba muy excitado solo quería cacharla, quería tener sexo con ella, luego le seguí sobando la vulva, al dedearle con el dedo noté que estaba caliente, suave, bastante flujo votaba, no esperé más, me quite pantalones y el bóxer con muchas ganas, luego de colocarme un retardante en la pinga y me acomodé cerca de su cadera y disfruté de las cosquillas que me producían los vellos en las piernas y abdomen, lo cual me excitó aún más, le coloqué mi pichula en su entrada, comencé a hacer fuerza y poco a poco le fui metiendo la cabeza de la pichula en esa pequeña y apretada vulva, pero estaba ...

... demasiado estrecha, no entraba con facilidad y si era brusco podía agarrarme a cabezazos así que inicié a darle empujoncitos sutiles, la cerda empezó a dar pequeños empujones hacia atrás, yo sentía en la pinga esa suavidad indescriptible, ese rico calor y ese flujo, me heche bien sobre su lomo, la sujeté por la pansa y empecé a embestirla cada vez más fuerte, mi pinga poco a poco la iba penetrando aunque con dificultad en esa pequeña vulva, creo le molestaba porque roncaba muy fuerte, chillaba y daba pasos adelante por lo que me tocaba parar, la cerda de un momento a otro empujó hacia atrás yo también le respondí forzando hacia adelante, fue como si hubiera aflojado la vulva, porque logré penetrarla toda, mi pinga estaba al fondo, sentía en mi pinga lo caliente que estaba, la cerda tenía fuertes contracciones muy fuertes, chillaba y pujaba duro, saqué la pichula hasta la entrada y la volví a ensartar con suavidad, lentamente, noté que se había dilatado porque la penetraba toda sin dificultad, aunque no sentía que la vulva fuera exageradamente grande como las cerdas viejas, yo soy uno de los que si los animales están bien aseados, les chupo la vulva, por lo que saqué la pinga y me le hice detrás de ella, literalmente le goteaba flujo al suelo, demasiado excitado que estaba, le chupe la vulva y la cerda se fruncía, se la abrí y le metí la lengua, siempre me han preguntado a que sabe, es algo salado, se siente baboso, huele como a carne fresca, el olor natural de una vulva, al rato ...