1. La mejor lección que le di a mi hijo


    Fecha: 18/05/2025, Categorías: Primera Vez Tus Relatos Autor: Ruben Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    No sé cómo relatar esto, así que intentaré ser lo más descriptivo posible, mi nombre es Rubén, esto pasó cuando tenía 34 años, siempre he cuidado de mi físico, y a esa edad era mi mejor época, tenía muy buen cuerpo, musculoso, moreno, altura de 1,77. Verán, yo fui padre muy joven, tuve a mi hijo a los 17, y la verdad es que me he hecho cargo de él siempre, incluso mucho tiempo vivió conmigo, ese fue el caso del momento en que sucede lo que les voy a contar, para eso el tenía 17 años cuando pasó, siempre habíamos tenido una comunicación muy abierta, incluso acudía a mí a pedirme consejos sobre chicas, y yo hacía lo mejor posible. 
    
    Un día, mientras estábamos viendo T.V, me pregunta sobre si es complicado o no tener sexo por primera vez, tenía duda puesto que algunos de sus amigos ya comenzaban su vida sexual, yo le respondí muy en confianza que no se preocupara tanto, que llegado el momento se tenía que dejar llevar, que instintivamente iba a hacerlo, y que es cuestión de práctica cómo iba a ir mejorando. La plática fluyó muy bien, pero a mí eso me dejó pensando.
    
    Yo salía en ese entonces con una chica menor que yo, ella tenía 25 años, se llama Paula, es una chica delgada, alta 1,70, blanca, cabello negro lacio, con una cintura pequeña, unas tetas medianas; que se veían grandes para su cuerpo, y un culo de buena forma, levantadito.
    
    Un día mientras estábamos en mi habitación Paula y yo viendo una película, nos calentamos un poco así que empezamos a besarnos y yo ...
    ... empecé a tocarle los pechos mientras la besaba, y poco a poco la iba recostando en la cama hasta quedar encima de ella, recuerdo que esa vez le rompí la blusa que llevaba, y rápido le quité el sostén, para empezar a lamerle los pezones rosaditos que tenía, poco a poco se le iban endureciendo, así que también empecé a acariciarle el clitorís por debajo de su ropa, ellá se quitó la ropa de abajo, y yo continué besándola y acariciandole el clitoris ya con más intensidad, aprovechaba para chuparle las tetas, y ella soltaba unos pequeños gemidos, me quité la ropa entera, y no me aguanté mucho las ganas, así que me senté en la orilla de la cama, la tomé de las piernas, penetrándola por completo, y ella quedaba sobre sus dos manos debajo de la cama, de manera que solo su culito quedaba sobre mis piernas, así que la tomé de la cadera, y empezaba a meterle y sacarle la verga al movimiento, y no me frenaba con tremendas nalgadas que le soltaba, ella empezó a gemir tan fuerte, que recordé que mi hijo estaba en la habitación de al lado, así que paramos, y en eso le digo: “oye, mi hijo es virgen, te parece si le haces el favor?”, no voy a mentir, me soltó una cachetada, así que la tomé de los brazos, la puse contra la pared, y le metí la verga que aún tenía dura por su colita, ella soltó un gritito, y yo empecé a sacársela suavemente y metérsela de golpe, ella gemía, y yo le preguntaba “qué? Si?”, no me respondía nada, hasta que empecé a azotarle su culito más rápido y fuerte, y le repetía ...
«123»