Intercambio de parejas mi esposa su amiga y su nov - Relatos Eróticos

Intercambio de parejas mi esposa su amiga y su nov

Hola me llamo Omar y esto que sucedió fue hace unos meses, mi esposa Johana tenía un problema en la espalda y su amiga Alejandra, le comento que conocía a un señor que era huesero y que le podía ayudar.

Y antes de continuar, creo que es bueno que les describirá mi esposa y su amiga; mi esposa es de complexión y estatura mediana, morena clara, ojos cafés claros y semirasgados, algo trompudita, pero lo que más sobresale es su delantera, ya que es talla 38 C, además es bastante dicharachera y bastante cachonda. Su amiga Alejandra, es blanca y de complexión mediana tirándole a medio llena, tiene buena nalga, senos medianos, tiene algo de acné pero es cogible, además de que tiene un hijo de 8 años.

A mí no me caía bien su amiga, ya que es medio tonta, además busca a mi esposa cuando tenía problemas. Al ser mamá soltera su amiga, varios se la querían solo coger, y pues no los culpo su amiga es medio coqueta.

Mi esposa quedo con su amiga ir en domingo por la mañana, yo iba medio desvelado llegamos en mi coche. Mi esposa iba con pants y sudadera holgada, al llegar a la privada donde vivía su amiga, vimos que salió con alguien, no sé quien era en el primer momento, pero venían hablando animadamente. Ale venia también con pants y sudadera, además de lentes de sol. El tipo que venía era un cuate de tez blanca y estatura mediana, también veía en sport y de lentes oscuros. Al llegar al coche se subieron y saludaron animadamente a mi esposa. Ale, sabía que no era del todo de mi ...

... agrado. Y lo primero que escuche, fue a Ale, diciendo mira ella es Anita, de la que te hable, ¿y yo? Estaba pintado. Mucho gusto Anita, mi nombre es Joel. Después como por arte de magia, se dieron cuenta de que el coche no se manejaba solo. Así que Ale, dijo, ah él es Omar, su esposo. El tipo solo dijo, ah tanto gusto. Y luego se preguntaba mi esposa, porque me caía gorda.

En el camino mi esposa, venia platicando animadamente con ellos, principalmente con este tipo. Llegamos a la casa del huesero, era una zona humilde, y la casa en construcción en obra negra. Nos bajamos del coche, quería quedarme en el coche a dormir, pero después de ver que este mono estaba coqueteando con mi esposa, pus no quería dejarla sola. Al bajarnos nos recibió un niño de unos doce años, le comento Ale que veníamos a buscar al señor Carlos (que era el huesero) y dijo, si es mi abuelito, y nos paso adentro de la casa, nos esperamos en el patio, a pesar de los lentes oscuros podía ver que este tipo devoraba a mi mujer con los ojos, fijándose en su voluptuoso pecho.

De la casa en obra negra salió un señor de edad madura, era don Carlos. Muy amable nos paso adentro y había unas sillas, el piso era de cemento y si aplanado, como dije estaba en obra negra. Me llamo la atención que el tal Joel no se quitara los lentes, algo le dijo Ale, pero este hizo caso omiso. El sr. Carlos, nos platico un poco de su “don” de curar huesos, así que nos pregunto en qué podía ayudarnos. Mi esposa fue la primera en decir ...