SIEMPRE ME GUSTÓ - Relatos Eróticos

SIEMPRE ME GUSTÓ

... Cintura, culo y piernas, de absoluta prestación para un reverendo polvo. Su mirada así lo insinúa.
Por su parte Julia, la mayorcita, seguía siendo una niña por su rostro y su sonrisa. Ojos café de penetrante mirada, tetas en la medida exacta de su torso y cintura, cadera ancha y glúteos generosos. Sigo sin comprender como es que hay tantas mujeres hermosas y deseables en ese pueblo. ¡Misterio de la naturaleza!
Las hembritas saben que les espera…, y eso es lo que quieren. Espero que el comisario, por las dudas, sea comprensivo, como su esposa… - la gordita-, quien no tuvo problemas para coger conmigo y ofrecerme a sus hijas… Después de todo, el tipo no se puede quejar…; no hay nenita que se salve de su desvirgada…, lo que a la larga resulta muy positivo, dado que luego quieren probar con todos…
Así fue; Julia y Daniela vinieron muy dispuestas a gozar. Sus besos y caricias no tuvieron dudas…; mientras una besaba mi boca, la otra chupaba mi pija… Luego se cambiaron… ¡No hay preferencias ni egoísmo!
Los besos y caricias son para ambas…, y sus propias caricias y besos también se combinan…, un poquito cada una. Nos besamos y acariciamos sin privilegios, cada vez con más calenturas, sobre todo yo, a quien las refregadas de lesbianas me súper excitan… No dejamos, ni ellas ni yo, de toquetearnos, sobarnos y acariciarnos los mutuos genitales entre los tres…, o dos a uno, debería decir, dado que sus caricias se multiplican mucho más que por dos…
Le digo a Julia que me la mame, un ...

... poco, aunque sea, para luego turnarse con Daniela. Me la acarició con la lengua, la beso tiernamente, la lamió y se la metió en la boca a chupar. La calentura me aumentó a mil…
La hermosa y lujuriosa Julia le ofreció la pija a su hermana. Daniela la engulló hasta el fondo y la mama con total eficacia, como una experta. ¡Las nenas no son tan inocentes! Su instalación en la ciudad para el estudio, sin duda les sirve para “estudiar” lo mejor del sexo… ¡Cómo deben gozar sus compañeros!
No se quedó mirando al pedo. Julia se acomodó sobre mi boca. Yo chupaba su concha, mientras su hermana chupaba mi pija. Estando boca arriba, con el palo súper erguido y duro, la intención de horadarlas no duró mucho como “intención”. Fue Daniela la que primero se ensartó, cabalgando frenéticamente mientras la concha de la hermana era deglutida por mi boca. Como estaban frente a frente, no tardaron en acariciarse las tetas y besarse. ¡Las hermanitas son muy afectuosas entre ellas! Seguramente desde chiquitas lo practican.  
Así fue como llegaron al orgasmo casi simultáneamente. Quiero creer que mi pija y mi lengua también contribuyeron. Se acostaron un instante a mi lado…, e inmediatamente fueron a chupar el choto erguido y duro, tal como lo tenía, dado que no había eyaculado. Se la pasaban de una boca a la otra. Las dos encantadísimas. ¡Yo también! La mamaban como lo expertas que eran, súper calidad, con la lengua recorriendo desde el hoyito de la uretra hasta los huevos. ¡Qué rico que lo comían!