Relatos eróticos esposos cómplices cap 190 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 190

CONTINUACIÓN 

Hola amigos somos Manuel y Nora y les seguiremos contando lo que iniciamos en los cap 182/185/188.

Ésa noche dormimos cansados de tanto sexo con mi esposa, excitados por el encuentro que tuvo con el viejo impotente pero vergon y por las propuestas hechas a mi mujer para aumentar nuestros ingresos.

Debido a éso soño que en  un bote pequeño, la llevaba un marinero guapo de 2 mts de altura, con un cuerpo bronceado y musculoso hacía un barco grande, en dónde la recibieron unos 100 marineros de todo tipo y razas, teniendo para escojer, por qué todos estaban calatos y arrechos.

Fueron tantos marineros que nunca terminaban de cacharla, por qué se iban recuperando mientras ella seguía con la ronda. Tuvo 5 días de castigo incesante con vergas grandes, gordas y de formas inimaginables.

Ésto terminó cuándo el capitán ordenó levar anclas para ingresar a alta mar. Regresó conmigo  a casa y al revisarla encontré en vez de concha, sólo un gran hueco que la hacía sentir feliz, cómoda y orgullosa.

En la noche me lo contó riéndome a carcajadas hasta se me salían las lágrimas.

Yo : Tanto así deseas vergas ?

Nora : Sí amor, no sé que me pasa.

Yo : Con éste sueño creo que está tu decisión.

Nora : Sí mi amor por favor. Además creo que con una vez al mes podemos cubrir lo que nos falta.

Yo : Pero dónde consigo a un capitán de barco que acepte tu pedido. Déjame buscar en éstos días.

Entre nuestra rutina y conversaciones llegó el día para visitar al ...

... Don.

Se alistó y despidiéndose de sus hijos le acompañé a la puerta, dándole una apretada de nalgas y ella me dió un beso y una apretada de verga, notando nuestra excitación.

Conversé un rato con mis hijos, pero mi pensamiento estaba en el cuarto de Don Francisco y mi mujer. Cómo la tendrá ? Hasta que mis hijos se fueron a dormir.

Me pasé las dos horas sobándome la verga dura, deseando que el Don también la tuviera igual y que mi mujer lo esté disfrutando.

Escuché entrar a mi mujer con la cara bien desarreglada, síntoma de haber sido maltratada.

Nora : Los chicos ?

Yo : Yá están durmiendo. Vas a comer?

Nora : No gracias. El Don yá me llenó la panza.

Yo : Qué pasó amor. Cuéntame ? 

Nora : Si amor, abrí la puerta y lo encuentro a Don calato echado en la cama con su verga bien parada y dura que me dió miedo.

Don : Hija, chúpame la verga, me he aguantado toda la semana y mira. Valió la pena.

Dice que se acercó a la verga y con sus manos acarició las 3 venas saltadas que recorrían todo el tronco, sintiendo el calor y el flujo de sangre que recorrían por ellas.

La verga era del tamaño y dureza de los auditores, pero más delgada y un poco doblada hacia arriba, marcando un gran hongo como cabeza.

Pasó su lengua por toda la verga hasta llegar a los huevos, metiéndo uno por uno a su boca jugando con ellos. Luego metió su cabeza en su boca acariciándola con su lengua, tratando con sus manos de enderezarla, pero no se podía, la tenía muy dura.

Le ...