Celia la hijita del tendero - Relatos Eróticos

Celia la hijita del tendero

Este relato es uno más de muchos que e subido a este lugar y comienza en la temporada que comenzó la epidemia yo vivía cerca de una tienda el dueño me conoce desde años atrás tiene varios hijos entre ellos Celia una chica estudiosa e inteligente que tenía metida en un buen colegio casi no se le veía en la tienda por lo menos yo casi no la miraba atender y resulta que el dueño y su esposa se contagiaron y fueron internados y la tienda quedó en manos del hijo mayor y de Celia que por la epidemia recibía clases en linia y en una de mis idas a la tienda me la encontré sola y acomodando la mercadería que le llegó ya me conocía así que le pregunté cómo seguían sus padres y me respondió con toda confianza,pues siguen internados y no sabemos cuando los den de alta mi hermano y yo seguimos ayudando,pedí mis cosas que necesitaba y viendo que andaba apurada acomodando la mercadería le pregunté si necesitaba ayuda y me dijo,si la verdad no puedo terminar sola mi hermanó se fue a su trabajo ya quiero cerrar para acomodar todo esto que llegó,me asome al pasillo y lo primero que ví fueron sus piernas bajo una faldita corta que le llegaba a medio muslo desvíe la mirada disimule que no ví nada y le dije,si quieres te ayudo pasandote las cosas vas a bajar la cortina de la puerta, Celia se quedó pensando que hacer y después de unos segundos me dijo,creo que si sería bueno me ayudas a cerrar y te quedas ayudarme,me encamine a la entrada y baje la cortina y Celia me miró desde atrás del ...

... mostrador y me dijo que entrara por atrás del anaquel de frituras así le di la vuelta y platicando le comencé a pasar la mercadería sin dejar de verle las piernas la faldita volada me dejaba admirar sus lindas carnes y más de una vez la vi agacharse y casi le puse ver las nalgas yo disimulada tratando de ocultar mi erección que tenía de solo estar viendo sus muslos Celia se movía con confianza pidiéndome mercadería para poner en sus lugares y cuando tubo que poner arriba del estante agarro un banco y sin decir nada se subió dos escalones dejándome ver sus hermosas nalgas llevaba una diminuta tanga de hilo sin voltear a verme me pidió más cosas que le pase tocando sus manos estaba claro que le gustaba mostrar sus nalgas y sabía que yo la miraba con deseos y se tardaba limpiando y acomodando las cosas cuando terminó de llenar me volteó a ver y segura de lo que hacía me dijo,ya estuviste viendo todo lo que te puedes comer hoy si te quedas a pasar la noche conmigo,trague saliva no esperaba que esa chiquilla fuera tan directa conmigo era una chavita de preparatoria que sus papás cuidaban como un tesoro y sus hermanos eran sus guardias pero esa noche la dejaron sola no sabían que Celia andaba con ganas de tener un macho caliente yo un maduro de 35 solo con ella sin testigos puse mis manos en su cintura y la agarre para bajarla pegada a mi cuerpo bajo poniendo su boca en la mía y nos besamos dándonos lengua Celia me la chupo y metió la suya nuestras lenguas se pusieron a jugar dentro de las ...