HASTA LA ULTIMA PARADA - Relatos Eróticos

HASTA LA ULTIMA PARADA

... embargo la lucha por coronar se incrementó pues  al terminar los líderes del salón vino la  ley del más fuerte pronto fue tirada al suelo donde siguieron jodiendola los más débiles del grupo que la atacaban como jauría de perros rabiosos, luego ella tomó fuerzas para llegar a un ventanal y dar golpes para pedir ayuda pero así mismo  también fue penetrada contra el ventanal, que curiosamente sí hubo gente que pasaba en su vehículo que la vio desnuda pero poco o nada les interesó  lo que pasaba en el bus, para ese momento Aleja era presa de sus alumnos donde la penetraban, sin embargo valiente seguía luchando y al tratar  de escapar por encima de las sillas del autobús cayó atrapada de cabeza en medio un par de estas quedando de con sus patotas hacia arriba y el culo expuesto para ingresar en ella directo, uno a uno los que faltaban pudieron follarla así en indefensión total.
Y al completar más dos docenas Aleja y llevar algo así de una hora de viaje intervine y agachándome por debajo de las sillas para mirarle su rostro le dije;
RODRÍGUEZ: ¿Quieres que te ayude?
Y por supuesto llorando y con rabia se rindió Aleja
ALEJA: ¡si ayúdame! ¡No más! ¡Basta!
RODRÍGUEZ: ¿Pero quiero repetir? ¿Vas a colaborar ahora sí?
ALEJA: ¡No más por favor!
RODRÍGUEZ: Un polvo más Aleja y no más. Ok? 
Aleja entonces aceptó llorando por lo que imponiendo mi autoridad retire uno a uno de mis compañeros para sacar luego a Aleja entre las sillas. Luego visiblemente dócil Aleja fue y se arrinconó ...

... en uno de los puestos donde llegué y me senté diciéndole; 
RODRÍGUEZ: Vamos nena sienta de frente mío abierta de piernas, que vamos a comenzar.
ALEJA: No quiero más por favor. ¡No más!
RODRÍGUEZ: ¡Siéntate ya!
Y Aleja como buena alumna atendió mi orden y se sentó de inmediato la penetre ligero estaba más que lubricada, entonces comencé a subirla y  bajarla mientras sus muslos carnosos me envolvían, firmé me agarraba de sus caderas y su cola para tener el mejor control sobre ella, esta vez fue diferente me tome el tiempo para disfrutar  como la fornicaba, de besarla, de acariciarla mientras mis amigos la graban con mi teléfono para dejar un bello recuerdo, lo que no esperaba es que ella al incrementar el ritmo comenzara a gemir lo que me hizo sentir sus uñas rasguñándome pero de placer, también pude ver en su mirada desorbitada que está sufriendo un orgasmo. ¡Lo cual fue el clímax unos gritaban remátala! Y otros solo comenzaron a celebrar con júbilo mientras que yo me empeñaba en finiquitar la faena con todo el vigor y llenarla nuevamente y esta vez quedar abrazos como si fuéramos uno. ¡Fue mía! era mía!
Rendidos fuimos nuevamente desprendidos yo visiblemente agotado y sediento deje que me la raparan, para que ellos nuevamente hicieran uso de ella, y fue Fredy el siguiente que la obligó a ponerla en cuatro en la mitad del pasillo del bus para repetir nuevamente y cumplir su fantasía de comérsela en cuatro, el cual no fue el único le siguieron el Peruano y los demás todos ...