1. Carlos es seducido en una Discoteca


    Fecha: 11/06/2025, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: jeraro, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... asintió, sin palabras.
    
    Miguel no lo decepcionó. Le hizo sentir cada caricia, cada mordisco, cada penetración lenta y calculada para llevarlo al borde sin lastimarlo.
    
    —Relájate...— le ordenó, mientras sus labios seguían el camino que sus dedos habían marcado antes, bajando por su cuello, su pecho, deteniéndose a saborear cada pezón endurecido. Carlos arqueó la espalda, las manos aferrándose a las sábanas.
    
    —No puedo...— jadeó, sintiendo cómo su cuerpo respondía por sí solo, cómo el placer lo invadía sin permiso.
    
    Miguel sonrió contra su piel.
    
    —Claro que puedes. Solo déjame hacerte sentir bien.
    
    Y entonces bajó más, hasta donde el cuerpo de Carlos temblaba de necesidad.
    
    Carlos gritó cuando la boca caliente de Miguel lo envolvió por primera vez. Las manos del mayor lo sostuvieron firme, evitando que se arqueara demasiado, controlando cada movimiento.
    
    —Miguel... ¡voy a...!
    
    Pero Miguel lo soltó en el último momento, dejándolo al borde, frustrado y temblando.
    
    —Todavía no— le dijo, subiendo para besarlo con la misma boca que acababa de volverlo loco—. Quiero que recuerdes esto.
    
    Y entonces, con una mano empapada en lubricante, lo preparó con dedos expertos, encontrando ese punto dentro de él que lo hizo ver estrellas. Carlos gimió, perdido en una ola de sensaciones que nunca antes había sentido.
    
    —¿Listo?— preguntó Miguel, alineándose entre sus piernas, sus ojos oscuros fijos en los de Carlos.
    
    Carlos solo pudo asentir, sin aliento.
    
    El primer ...
    ... empuje fue lento, dolorosamente lento, dando tiempo a Carlos para adaptarse. Miguel lo besó profundamente, tragándose sus gemidos, sintiendo cómo el cuerpo debajo de él poco a poco se abría, se relajaba, lo aceptaba.
    
    —Así... buen chico...— murmuró contra sus labios, avanzando otro centímetro.
    
    Hasta que por fin estuvo completamente dentro, y ambos jadearon al unísono.
    
    Miguel comenzó a moverse entonces, con embestidas profundas y calculadas, cada una buscando ese punto que hacía que Carlos se retorciera. Pronto encontró el ritmo perfecto, y el cuarto se llenó de sonidos húmedos, de jadeos, del golpe de piel contra piel.
    
    Carlos, en un arranque de valentía, lo rodeó con las piernas, atrayéndolo más profundo todavía.
    
    —Más...— suplicó, y Miguel no pudo negarse.
    
    La mano de Miguel se cerró alrededor de la erección de Carlos, moviéndose al mismo ritmo que sus caderas. No tardó en sentir cómo el cuerpo debajo del suyo se tensaba, cómo los músculos de Carlos se contraían alrededor de él.
    
    —Vas a venir para mí...— le ordenó, y Carlos obedeció con un grito ahogado, derramándose entre sus dedos.
    
    El espasmo de Carlos fue suficiente para llevar a Miguel al borde también. Con un gruñido ronco, lo enterró hasta el fondo una última vez, dejándose ir dentro de él.
    
    🌙 El After
    Miguel se desplomó a su lado, ambos jadeando, cubiertos de sudor. Pasaron varios minutos antes de que cualquiera pudiera hablar.
    
    —¿Estás bien?— preguntó Miguel al fin, acariciando el costado de ...