Con la dueña de la casa rural - Relatos Eróticos

Con la dueña de la casa rural

Era Lunes por la tarde acababa de llegar a la casa rural donde mi amiga Maite  me había  recomendado y reservado una habitación para pasar toda la semana y poder entrenar y correr una trail running el fin de semana.
En principio teníamos que haber venido Maite y yo pero un asunto de trabajo impidió a Maite venir conmigo y ella llegaría el jueves aproximadamente.
Me recibió una mujer, Carla la cual dijo que era la dueña junto a su socia y hermana Claudia. 
Era morena media melena, alta  muy atractiva de unos treinta y algunos años llevaba unos pantalones cortos que dejaban ver sus largas y bonitas piernas y una camiseta de tirantes ajustada a su cuerpo que remarcaban el volumen de sus pechos.
Recorrimos toda la casa enseñándome todas las estancias comunes hasta llegar a una habitación donde me indico que era la mía y que allí me dejaba para que pudiera acomodarme y al mismo tiempo me emplazaba para cenar a las 20:30 pero que como estábamos solos si  no me importaba cenar en su comedor lo que me pareció bien, nos despedimos y me quede el la puerta observándola como se iba por el pasillo, toda ella rezumaba sensualidad  provocando me una gran atracción hacia ella y al mismo tiempo un pequeño recelo por que había algo que no sabía ver  en ella que me lo provocaba.
Llegó la hora de la cena, nos dispusimos a cenar, ella se había puesto un vestido corto y voladizo que la hacía estar imponente i bella mientras cenamos, charlamos de muchas cosas sobre todo de  nuestra amiga ...

... común Maite de la cual me comento que estaba colada por mi y que con cualquier insinuación por mi parte caerá en mis brazos, igual que ella, me dejo caer aunque tenía que hacerme una aclaración.
Me gustas y tengo muchas ganas de tener sexo contigo, pero tengo que decirte una cosa - dijo
Soy una chica transexual pero me gustas mucho y me encantaria tener sexo contigo.
 
Le dije que no me importaba que sentía una gran atracción sexual hacia ella y que si ella quería nos lo pasaríamos  genial follando. Ella acercándose a mi me desabrocho los pantalones buscando con su mano mi polla y acariciándola me miro y me preguntó si podía yo asiento con la cabeza y ella se metió mi polla en su boca iniciando una mamada brutal. Mi polla iba creciendo por momentos tras tremenda mamada ella al notar mi ereccion dejo de chupar y levantándose subiendo  el vestido (por primera vez vi su pedazo de verga flácida colgando) se sentó sobre mis rodillas haciendo coincidir nuestras pollas rozándose una con la otra, rodeo con sus brazos mi cuello y mirándome a la cara me preguntó si podía besarme asentí con la cabeza diciendo que si y juntando  nuestros labios empezamos a besarnos al tiempo que frotabamos nuestras pollas la una con la otra. Jamas habia pensado que tener sexo con una trasexual seria tan placentero como estaba resultando, tampoco jamas pense que frotar mi polla con la de una chica trasexual me excitaria tanto.
Paramos de besarnos , ella me miró y me pregunto follamos aquí o vamos a la ...