La Abuela mimosa - Relatos Eróticos

La Abuela mimosa

... solo pensar en cómo se vería vestida así".
Mirándome, sonrió. "Oh, está bienjejejejejee chamaco este jejejejejeejee , yo se que a tu edad estasn con las hormonas a tope  pero recuerda que soy tu abuelita y me debes respeto chamaco travieso hacía mucho que nadie tan amable como tú no me hacía semejante cumplido".

Sentado a su lado, empecé a besarle el lóbulo de la oreja y le dije: "¿Abuelita Te gustaría ver a mujeres como tú jugando con jóvenes admiradores como yo?".

"¿En serio mijito? ¿Quieres decir que hay jóvenes como tú que prefieren a las mujeres mayores?".
No sé mijo mejor ya me voy a acostar porque estoy se está pasando de la raya

Entonces abrí una página porno especializada en abuelas gordas chupando y follando con sementales jóvenes y bien dotados.
Se giró hacia mí. Se ruborizó y me dijo mijito será que puedes quedarte está noche a dormir con tu abuela "Mira mijo, le voy a decir a tu mama que te vas a quedar aquí a ayudarme con unas cosas, que mañana te vas temprano, así no se queda esperándote, mira mejor siéntate aquí y yo le voy a avisar a tu mama. Eso me hizo pensar que ella quería algo y debía aprovechar esas noche solos los dos.
Le dije donde iba a dormír porq su cama es individual!!
mijoo, mire acuéstese acá en la cama, ándele, que al cabo yo no me muevo mucho al dormir y usted si cabe aquí, ándele súbase 
en esa cama apenas cabíamos los dos, yo unpocoh delgado y ella si era en realidad llenita, así que estaba pegada a mi, estaba acostado boca ...

... arriba y sentía en mi pierna las enormes nalgas de mi abuelita que estaba acostada de costado dándome la espalda, yo apenas atinaba a moverme, pero sentir el calor de ese enorme culo pegado a mi pierna me hizo comenzar a mover la pierna para acercarlo mas, poco a poco lo acerque hasta que las enormes nalgas estaban completamente junto a mi pierna, mi verga estaba a lo que mas daba, me dolía de los testículos y sentía que en cualquier momento me iba a venir, la excitación era mayúscula, deje pasar el tiempo, según yo esperando a que ella se durmiera, y cuando sentí que ella respiraba ya pausadamente según yo signo de que dormía, me gire como casualmente, poniéndome de frente a su espalda, el tamaño de la cama era en realidad pequeño así que en el movimiento quede a pocos cm de ella, sin animarme a juntarme y pensando dentro de mi, que conforme pasara el rato me iba a ir repegando a su espalda, en eso pensaba cuando escucho la voz de mi abuela dediciéndome.

Oiga mijo cúbrase bien por que hace mucho frió, y las mantas son pequeñas, acomódese bien sino le va a quedar descubierta la espalda, ándele mijo.

Y diciendo eso se adelanto dejándome mas espacio, haciéndose ella hasta la orilla, a lo que le dije

No abuelita yo estoy bien, mejor hágase para acá se va ah caer.

Ella solo dijo.
Bueno, pero te voy a repegar con mis nalgas mijo, no te molesta?

No no me molesta para nada, acomódese bien

Y diciendo eso yo me adelante un poco y ella se acomodo hacia atrás, fue el ...