Sin saber cómo soy la mujer de papá - Relatos Eróticos

Sin saber cómo soy la mujer de papá

... conmigo desde8 tierna edad eta8 momento más feliz de mi vida  jugábamos de todo desde escondernos hasta correr y saltar papá se convirtió en mi compañero de juegos   y de seis de la tarde a 9 de la noche hasta que mamá     gritaba ya es tarde mañana hay que ir a la escuela y tú a trabajar 

si papá es tan bueno porque mamá  ?
le hace todo éso?   eran cosas que no entendía  el nunca peleaba siempre traía su dinero a casa  no tomaba.      cuál era el problema? 

lo descubrí tiempo más tarde en una ocasión que no podía dormir por un mal estomacal me levanté y me dirigí al único lugar donde podían ayudarme  con mis  padres.  Hiba a tocar la puerta cuando sniff haay snif porfavor sácala. hay  no la aguanto me abres todaaa hayy dueleeee snif snif era mamá llorando y suplicando que se la sacará   mi padre molestó  la ginecóloga dice que no tienes nada que eres una mujer normal  que podemos tener relaciones solo tienes que relajarte no, no. me duele que no entiendes  
cómo mi madre podía coger con medio mundo algunos más viejos y feos que papa  al final el dolor me recordó a que Hiba al cuarto de mis papás toc,toc,toc,  mami papii papá abrió la puerta  que pasa ...

... amor ?  mi panza me duele mucho mamá fingiendo una preocupación   al final a esa hora de la madrugada mi padre me llevó al centro médico         regresamos a casa casi amaneciendo me fui a dormir y mi   padre a su trabajo 

Tres horas después haaa mmmm mmgg siiiiii ricoooo mi madre culeando no sé con quién   ya nisiquiera me importó ir a espiarla 

los años pasaron volando ella cogiendo con el que podía y.  papá ? papá jugando conmigo  todo tipo de juegos  era divertido  compro una pequeña piscina  ahí pasábamos largas horas los sábados y domingos. y fue ahí precisamente  donde está escondida la respuesta como me convertí en la mujer de mi padre casi sin darme cuenta 

el es  muy ágil y podiamos jugar  casi a todo 
ahora soy más alta  mis piernas se alargaron  dos pequeñas montañas en mi pecho aseguran un juvenil par de tetas terminada en dos chupones oscuros y grandes    me estaba   convirtiendo en una mujercita  mamá seguía en su costumbre de coger a todo el que podía  y yo a espiarla cuándo quería 
durante meses he estado recordando cada detalle de los juegos con mi padre  y encontrar el punto exacto en que comenzó a hacerme su mujer 

continuará