En la casa de la señora Eva 2 - Relatos Eróticos

En la casa de la señora Eva 2

Estaba echado en mi cama y en eso sonó mi móvil y no contesté, hoy no iba a ir a trabajar ya había solicitado  licencia en el trabajo y quería dormir unas horas más y seguía sonando mi celular. Me era muy difícil conciliar el sueño así que contesté y resultó ser   la señora Eva.

-! Buenos días, por favor disculpame por llamarte tan temprano, anoche te dije que hoy en la mañana iba a viajar  a España y quería pedirte el favor que me llevaras al aeropuerto.. ¡

-! Señora Eva me encantaría mucho llevarla al aeropuerto pero llegué ya muy tarde a mi casa y aún estoy en mi cama, puedo llamar a un amigo y pedirle que la llevé al aeropuerto.. ¡

-! No quiero que tú seas quién me me lleve, si no eres tú entonces iré a la calle a buscar un taxi, así sea muy peligroso.. ¡

La señora Eva sabía muy bien que al ser mi vecina, no iba a permitir que se pusiera en peligro y le dije que en hora y media estaría en su casa. me bañe rápidamente y salí rumbo a su casa, sabía que no tenía demasiado tiempo que perder y luego no quería que me culpara si perdía su vuelo a  España. Tocó la puerta cuándo abrió me sorprendió verla en pijama aún y  le pregunté porque no estaba lista.

-! Para no estar preocupada sobre el horario del viaje, todo lo encargué a la señorita de la agencia, me llamó y  dijo que cambiaron la hora de salida del avión para la tarde creo que por cambios climáticos. Y tenemos toda la mañana para despedirme bien del Perú..¡

Y la señora Eva me llevo de la mano para su ...

... dormitorio y se quito la bata quedando completamente desnuda, sus tetas eran grandes y de pezones bien hinchados y ella se sentó en su cama me bajó el cierre del pantalón con desesperación sacando mi pene que empezó a chuparlo con muchas ganas y era obvio que su maravillosa boca hizo olvidar el cansancio y a la vez que crecía mi miembro también  crecía la respiración de mi vecina su mirada ya no era la de antes cuando nos encontramos en el barrio yendo a la iglesia ella de la mano junto a su esposo y yo con mis padres. Y ahora su mirada era de una mujer en celo me acariciaba todo el glande y daba varios besos admirándolo de pronto paró de hacer lo que hacía y sacó de un cajón una cinta métrica lo midió mi pene obteniendo como medidas 20 cm de largo y 10 cm de grosor. 

-! Ohh. ahora si estoy segura que lo tienes mucho más grande que el de mi difunto marido.. ahh.. ¡

Se relamía la boca pensando en que momento ya mi verga estaría dentro de ella, su boca subía bajaba a ritmo de desesperación y haciéndo que yo sintiera cosquillas y calambres que me recorrian el cuerpo y me llegaba hasta la cabeza de mí pene, así que tuve que deternerla para evitar que acabará en su boca. Y ahora yo eche en su cama abriendole las piernas y comencé a comerle su vagina y ahí la señora Eva comenzó a gemir cada vez más fuerte y empezando dando alaridos de placer. 

-! Ayyy.  ayyy.. uffff.. uffff... nunca me hizooo sentir a si mi maridoo.. pero ahora te quiero dentro mioo ¡

Y me pedía que la ...