Cogiendo con mi compadre hasta elefantes rosas veo - Relatos Eróticos

Cogiendo con mi compadre hasta elefantes rosas veo

Mi historia se remonta años atrás cuando aún era joven pero ya casada un día mi compadre al calor de las copas me dijo que tenía muchas ganas de coger conmigo en especial chupar mis enormes pechos y siendo honesta yo también sentía ganas de coger con el pero como ambos teníamos parejas no se concreto nada así fueron pasando los años el enviudo y dos años después la viuda ya era yo y fue durante una visita que me hizo cuando se realizo aquel viejo deseo 
No hubo alcohol de por medio que nos diera valor todo fue natural cuando en determinado momento mi compadre me enseño su verga diciéndome, mira comadre lo que tengo guardado para ti, me relamí los labios al ver su verga, grande, brillosa, gruesa y cabezona nada parecida a la de mi difunto esposo, chica, delgada y opaca dijo chica ya que apenas tenia dieciséis centímetros y no brillaba como la del compadre
Guau compadre ya hasta me dieron ganas de mamarla le mencione, pues ándale no te limites, me arrodille y fui metiendo entre mamada y  mamada la verga en la boca me resulto imposible meterla toda por no ser de garganta profunda solo así podría haber metido sus veinticuatro centímetros  pero por esfuerzo no quedo 
Compadre en mi boca no entro toda pero estoy segura que mi panocha si se la traga entera y diciendo y ...

... haciendo fuimos a la recamara dejando ropa en el camino ya desnudos fue mi turno mostrándole mis pechos que por el tamaño no se mantienen firmes, es tu turno compadre ahora puedes chupas mis tetas y después me metes la verga, le paso lo mismo que a mí por más esfuerzos que hacía no pudo meter mucho de mis tetas en su boca ya sin otra opción me puso de PERRITO y sin condón me metió la verga, me la iba metiendo acompañada del prologado suspiro de satisfacción que ya daba, dale, dale compadre aquí si va a entrar toda le decía confundió mis gemidos de placer por gemidos de dolor y me pregunto, ¿te duele?  Me va a doler cuando la saques sigue, sigue ya hasta elefantes rosas estoy viendo que entre toda aquí si cabe toda hay panocha para tu verga y otra más grande, eres golosa, cuando hay carne en el banquete no me limito si soy golosa
Entre gemidos pujidos y aullidos fueron llegando los orgasmos uno a uno hasta completar cuatro luego dejo su leche adentro de mi panocha 
Me encanto, me encanto fue lo primero que pude decir, ¿te gusto como para repetir? Tanto como aguantes ese día me metió la verga en intervalos de una hora hasta llegar a seis 
Las visitas de mi compadre ya son comunes una vez al mes dejándome planamente satisfecha y temblando por desear más de su verga