De pequeña - Relatos Eróticos

De pequeña

Vivíamos en un rancho pequeño alejado de la ciudad, teníamos un terreno grande y en el dos casas, en una dormían mis papás y en la otra los hijos, en una ocasión me desperté al sentir que me tocaban, me empezaron a bajar el short y a sobarme mi panochita sin bellos, lampiña aún, de pronto me acomodaron de lado y comencé a sentir un pene rosando desde mis nalgas hasta la entrada de mi vagina, sentí riquísimo, estaba disfrutándolo hasta que sentí un poco de ardor y dolor fue que me saqué y creo que ahí se dio cuenta que me desperté y trato de calmarme con su mano, me medio subió el short pero mi calzón quedó mojado y enredado, mal acomodado por las prisas, me quedé asustada pero excitada a la vez, quería más! Comencé a tocarme yo sola, acariciaba mis pechos planos incipientes, mi vagina, pero no lograba la misma sensación.
A los días volvieron a entrar a mi cuarto, esta vez yo estaba en pantis, lista para el momento, ahí estaba esa mano de nuevo, tocando mi vientre y la otra mi pecho, sentía tanto placer, mi corazón latía a mil por hora! La mano que antes recorría mi panza y vientre, bajo hasta mi panochita, me acariciaba la rajita por encima del calzón, de arriba a abajo y presionando de a poco al pasar por mi entrada, estaba loca de placer! De pronto sentí como sus dedos buscaban abrirse paso por la entrepierna de mi calzón logrando acomodarse en mi rajadita, comenzó a rodar mi vagina húmeda, creo que en eso momento tuve un pequeño orgasmo porque me palpitaba todo mi ser, ...

... hundía un poco uno de sus dedos en mí y no sentía dolor, quería sentirme penetrada totalmente, de pronto, como si ese ser hubiera leído mi mente, se pegó a mí y comenzó a restregarme su pene sobre mi calzón, me lo hundía como si estuviera desnuda, sentí muchas ganas de yo misma hacer mi calzón un lado, cuando de pronto sentí como él lo hacía, y ahí estaba, punteando mi vagina con su cabeza suave y húmeda, me sentí en la gloria! Creo que yo misma comencé a levantar mi pelvis para que me penetrara, se sentía delicioso! Comenzó a bombearme despacio y con mucho cuidado, supongo pensaba que seguía dormida porque todo lo hacía con mucho cuidado, mi corazón latía a mil por hora! Yo juraba que podían escuchar mis latidos en toda la casa, pero él seguí ahí, tranquilo, tratando de hundirse en mi, comenzó a arderme de nuevo y me puse nerviosa, instintivamente me puse de lado, pero supongo que él ya estaría al borde de la locura porque no le importó y sin esperar, comenzó a penetrarme desde atrás, colocó una de sus piernas por encima de mí para apoyarse en la cama y así fue hundiéndose en mí poco a poco, me dolió y me ardió, pero fue tanto mi placer y la adrenalina que no me importó, quería más! No me la metió tanto, lo sé ahora con mi experiencia, creo que solo fue la punta, entraba y salía despacio, lentamente, hasta que de pronto sentí su leche calientita sobre mis nalgas y vagina, sentía sus chorros calientes cayendo sobre mi, fue una delicia! 
Desde entonces comencé a masturbarme ...