Bullet time
Fecha: 01/01/2019,
Categorías:
Masturbación
Autor: whitehorseman, Fuente: CuentoRelatos
... pequeña puta no ha cambiado – pensé – vamos a ver qué tan sensible sigues – cavilo, mientras comienzo a subir la intensidad del vibrador. La primera mirada es de pánico, después veo como el color se va apoderando de tu rosto mientras te aferras al barandal. La anciana que viene sentada frente a ti te observa y te pregunta si te sientes bien. No alcanzo a escuchar lo que contestas. Tu voz es un susurro, pero veo el efecto, intentas disimular, te enderezas de nuevo y comienzas a abanicarte aparentando que lo que te afecta es el calor.
Me miras fijamente de nuevo, desafiante, conozco esa mirada, me retas a ir más lejos, el metro comienza a andar de nuevo, llegamos a la siguiente estación y mientras la gente sube te acercas a mí, por mi parte acepto el reto, también me acerco hasta que quedamos frente a frente, me abrazas como una vieja amiga, tiras un poco de mi camisa para que me agache y me dices al oído:
- Apaga esta chingadera
- ¿Por qué? ¿no es tu juguete favorito?
- No seas cabron, ve donde estamos
- ¿Te preocupa que alguien se dé cuenta?
El metro sigue avanzando, llegamos a la siguiente estación y la marejada de gente nos empuja a los dos, puedo ver el sudor corriendo por tu cuello, me acerco a lamerlo, me das la espalda y pegas tu culito contra mi verga que se encuentra a tope.
Te abrazo por la espalda, pegas aún más tu culo contra mí y comienzas a moverlo circularmente, pero con discreción, tus mallas me permiten sentir tu entrada trasera con ...
... libertad, no llevas bragas, eso sí es una sorpresa, nunca pude convencerte de que salieras sin ellas mucho tiempo.
El metro se detiene de nuevo y en esta ocasión las luces se apagan, normal, los usuarios estamos acostumbrados a que esto pase, así que aprovecho la oportunidad, deslizo una mano bajo tu blusa, el brasier está ahí, pero es delgado y me permite descubrir algo nuevo, un piercing en el pezón, es pequeño y tiene puntas en los lados, no me sorprende, siempre hablaste de hacerlo, pero no te animabas a que cualquier idiota te viera o te tocara los pezones solo para perforarte, los rumores deben ser ciertos, encontraste a una mujer lo suficientemente sexy como para dejarla tocarte. Tus pezones están bastante duros.
Mi otra mano serpentea por tu abdomen, bajo tus mallas, tienes el coño depilado, como siempre me gusto lamerlo, la sorpresa te lleva a empujar tu culo hacia atrás, encuentro tu clítoris y empiezo a jugar con él, estás completamente mojada. Deslizo dos dedos dentro de tu vagina evadiendo el cable del vibrador, quieres que continúe, lo sé.
Hechas la cabeza hacia atrás y mientras tiras del cabello de mi nuca susurras – aquí no.
Tienes razón, aquí no, todo ha durado apenas unos segundos cuando saco retiro mis manos, giras rápidamente mientras las luces regresan y comienza a avanzar de nuevo el metro, me observas totalmente ruborizada, estas sudando, pero no es solo por el calor del vagón.
Llegamos a la estación, no tengo ni una maldita idea de donde ...