Probando las nuevas nalgas de mi tía Antonella capitulo 2 - Relatos Eróticos

Probando las nuevas nalgas de mi tía Antonella capitulo 2

Ahora que sabía que la tía Antonella estaba pasando por un prolongado reposo sexual con mi tío debido a la recomendación de su médico, eso la  tenía muy propensa a excitarse muy rápido. Así que el sentir mi erección en medio de sus glúteos disparó en ella automáticamente esa calentura que tenia guardado en su cuerpo.

Mi tía Antonella ya había empezado a darme una magnífica mamada tan bien lo hacía que tomaba su cabeza con ambas manos evitando que ella bajara la velocidad de su boca y me gustaba tener contacto visual y veía la cara que tiene, se sentía la dueña del Vergon que tenía en su boca. La mujer de mi tío quiso sacárselo por un momento para respirar pero no pudo la tenía con ambas manos su cabeza bien sujeta, su voz suplicaba y me rogó.

-! Toñito dame un momento para respirar.. ¡

Luego de tomar un poco de aire mi tía Antonella comenzó otra vez con sus masajes bucales succionaba de arriba a abajo y sus manos acarician mis huevos hasta que su lengua se enrollada alrededor de todo mi falo y otra vez comenzó a succionar con fuerza y estuvo mamando por unos 20 minutos y lo hacía con tal pasión que parecía que ya quería sentir mi pene en su interior y decidí disfrutar la oportunidad de probar las nuevas nalgas de mi tía Antonella yo estaba tan excitado y respondia a su pasión lleve mis manos hasta su trasero los magreaba, luego con mi boca quise sacar de su ...

... vestido sus pechos y al sentir mis dientes riendo me dijo. 

-! No seas malo, recuerda que estoy casada con tu tío, no me muerdas y dejes huella..¡

-! Lo sé, pero ahora eso no interesa  lejos de que me haga arrepentirme y me excita por el peligro que mi tío nos pueda sorprender cogiendo.. ¡

Y mis palabras elevaron su calentura justo cuando ya consegui liberar sus pechos y por eso pegó un gemido al notar un suave mordisco en unos de sus pezones y mi mano se introdujo por debajo de su vestido, mis dedos recorrían ya sus duros cachetes que formaban su nuevo trasero operado. 

-! Aprietame las nalgas, enséñame quién manda.. ¡

Al escucharla no solo obedeci, sino que tome total control y la apoye en un mueble de la cocina abríendo sus piernas y busqué con desesperación la entrada de su vagina y mientras le estrujaba sus dos nalgotas, mi tía no lo esperaba y lejos de quejarse me dijo. 

-! Me encanta que me trates como una perra, así que dámelo, necesito sentir tu pene dentro mío..ahh..ahh ¡

Y la entrega de mi tía Antonella era tal que comprendí que la ponía muy caliente el sexo duro e incline sobre el lavadero de la cocina y antes le di un par de azotes en cada uno de sus ancas operadas mientras iba poco a poco metiéndole mi durisina verga y  separando sus redondas nalgas veía como le entraba lentamente mi falo. 

-! Ahh.. Antonioo.. con cuidado.. uyy que ricoo.. ¡