Señora Tana - Relatos Eróticos

Señora Tana

... en otros hoteles donde no pude encontrar el pueblo estaba copado de gente, mi madre me dijo que me tocaría quedarme estos 3 días mas con doña Tana, hasta el regreso, en mi mente la imagen de la señora Tana cambio de una dulce abuelita a la de una mujer ardiente y sensual una fantasía en frente mío, debajo del vestido floreado azul me imaginaba todo un oasis de lujuria.
Cuando llego la noche me cruce con doña Tana  y nos fuimos los dos hacia al cuarto le pedí nuevamente disculpas y le dije que tendría mas cuidado, ella me dijo tranquilo mijito al contrario que vergüenza fue que vieras a una anciana desnuda que mal de haber sido, yo le dije al contrario señora Tana es usted una señora muy hermosa y creo que cualquiera habría dicho que suerte ver a esta mujer en este estado, ella se sonrojo y me dijo si que eres mentiroso yo a esta edad ya no levanto ni pesares,, cuando entramos al cuarto pues me ganaron las ganas  y le dije señora Tana si me vio anoche desnudo ella con algo de vergüenza me dijo si tienes un pene pero pienso que estabas pensando en su esposa, le dije  no fue reacción al verla a usted doña Tana, ella se me queda sorprendida mirándome a los ojos, en lo cual en un acto reflejo me le acerco y le doy un beso a lo que ella sin vacila acepta, nos fundimos en un gran beso, al parecer los dos estábamos en sintonía y lujurioso porque nos abrazamos y nos besábamos apasionadamente, no se que paso pero entramos en un estado de calentura que en momento me desvestí,  a lo que ...

... doña Tana me dijo estas seguro mijito de hacerlo con una abuela como yo,  a lo que le dije si hacerlo con una mujer muy sensual después de eso no hubo retorno, comencé a quitarle el vestido, y vi ese par de tetas que me habían excitado, le quite el sujetador y comencé acariciar ese par de tetas que ahora tenían esos pezones grandes y erectos a los que comencé a lamer y succionar y chupar ella solo hacia pequeños gemidos mientras con los ojos cerrado sentía lo que yo le hacía,  luego baje mis manos y fui bajándole el calzón que tenía hasta dejarla totalmente desnuda y verle su entrepierna velluda expuesta, yo me le acerque la abrace y mientras la besaba con mi pene ya erecto fui estregándoselo en esa selva de bello le dije señora Tana se lo quiero meter, ella se apartó, me vio y se dirigió a la cama  saco las cobijas se recostó  en la cama y se arropo, yo viéndola ella levanta las cobijas y me dice ven aquí, me meto entre las cobijas ella tenia ya las pernas abiertas me coloco en posición ubico su vagina y se lo hundo, huy que rico estar frente a esta mujer tan erótica penetrándola con fuerza y hacer que ese par de tetas se sacudan con violencia mientras la miro a la cara y la voy besando, fue tanto que tenia guardado que le di con ganas y unos momentos después me vine dentro de ella, quedamos los dos cansados y quedamos dormidos, nos levantamos abrazados nos quedamos mirando un rato y le dije si te gusto, a lo que ella respondió bastante desde que murió mi esposo no lo había ...