Relatos eróticos esposos cómplices cap 201 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 201

... grito.

Tia : Agárrame de los hombros para que te sujetes bien.

Haciéndo éso lograba meterle y sacarlo todo y con sus gemidos no aguanté mucho y bien pegado a ella le iba soltando mis chorros de leche en lo más profundo que otras veces.

Nos acomodamos y abrazados descansamos mirándonos.

Tia : Tú uno yo tres. Voy ganando.

A las dos horas nos levantamos y después de bañarnos desayunamos calatos.

Durante 15 días cachamos en todas las poses y en todos los sitios de la cabaña. Pero la otra pose que me gustó fué ponerla frente a la pared y por la concha golpearla duro hasta vaciarme dentro de ella.

Hasta que llegó la fecha de aniversario de bodas de ella con mi tío. El sábado no trabajamos limpiando y adornando la cabaña para celebrar sólo nosotros dos.

Fué algo loco por qué estuvimos calatos en todo momento bebiendo, comiendo y bailando.

Estando mareada me hablaba cosas que no entendía bien, pero parecía que me dijo que mi tío un día le trajo un chico como yo y juntos tuvieron sexo con ella. Después me dijo que mi tío traía amigos y jugando a veces ...

... perdía teniendo ella que pagar con su cuerpo. También me dijo que le daba fuertes palmetazos en las nalgas.

Estando bien mareada me llevó de la verga a su cuarto.

Tia : Hijo, hoy es el día que tienes que probar mi culo. Dame duro y no tengas compasión.

Estando boca abajo le pude ver huellas del castigo que mi tío le daba.

Me puse encima de ella y empujando con todas mis fuerzas le metí de un golpe más de la mitad de mi verga dando un pequeño grito ajustando el culo.

Volví a empujar con ganas logrando meter toda mi verga empezando a movernos como animales y en 3 minutos sentí salir mi leche llenando  todo su culo.

Le dí un par de golpes más dejándole mis últimas gotas, quedándonos dormidos hasta el domingo al medio día.

Despertando nos besamos fuerte.

Tia : Yá estoy siendo completamente tuya. Seguiremos por ése camino.

Yo : Tía, anoche no te entendía bien lo que me decías.

Tia ; Hijo, no me acuerdo, pero seguro es lo que viví con el zamarro de tu tío. Con el aprendí muchas cosas que después me gustaron y pronto te pediré que me lo hagas.

CONTINUARÁ