Relatos eróticos esposos cómplices cap 202 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 202

CONTINUACIÓN 

HOola soy Juan y les seguiré contando lo que inicié en el cap anterior ( 201 )

Después de ésa noche nuestras sesiones sexuales fueron más intensas por qué me gustaba darle por el culo apretadito y a ella también le agradaba, moviéndose cómo culebra.

Al mes mis padres nos vinieron a visitar, viéndome flaco pero con mucho ánimo igual que a mi tía.

Mamá : Cuñada, cómo te está yendo ?

Tia : No me puedo quejar a pesar que Narciso nos abandonó, pero con Juan hemos sabido superarlo y estamos avanzando lentamente.

Mamá : O sea que Juan te ha Sido de gran ayuda.

Tia : La verdad que si cuñada, por que aparte que me ayuda tengo con quien conversar.

Papá : Juan te podrá acompañar unos meses. Tienes que ir viendo otro ayudante.

Tia : En éso estoy pensando, por qué él tiene que hacer su vida con ustedes.

Después de almorzar mi tía les enseñó los nuevos cultivos y los animales de la chacra, felicitandola por qué lo veían muy fresco y próspero.

Después descansamos, cenamos y nos acomodamos como pudimos para dormir y al día siguiente después del desayuno nos despedimos regresando mis padres a la capital.

Con mi tía celebramos que no sospecharon nada, más bien nos felicitaron. La pena fué que tendría que regresar en 5 meses.

Ésa noche volvimos a caminar calatos por la casa y en la cena ella sacó una palmeta larga y dura de palmera y poniéndola en mi mano dijo.

Tia : Hijo, hoy me toca pedirte que me azotes con ésa palmeta.

Me quedé ...

... horrorizado al verla echada medio cuerpo en la cama con los pies en el suelo parando el culo.

Yo : No tía, te quiero mucho como para hacerte sufrir. Pídeme otra cosa.

Tia : Éso es lo que yo quiero. Yo lo disfruto. Azótame por favor.

Casi llorando me suplicaba. Me paré y con la palmeta le di un pequeño azote.

Ella se reincorporo y quitándome la palmeta dió tres fuertes azotes a la cama. Diciendo : Así hijo por favor.

Devolviéndome la palmeta volvió a tomar la misma posición.

Miré sus buenas nalgas con huellas de haber sido sacrificado antes y me dije : Ésas bellezas no son para azotarlas, son para acariciarlas y hasta para morder pero no para golpearlas.

En éso escuché la voz de mando de mi tía :; O me lo haces tú o busco quien quiera azotarme.

Dándome coraje por lo que dijo, le mandé un azote con todas mis fuerzas viendo hincharse la marca dejada, poniéndose rojo y con puntitos de sangre.

Solté la palmeta y comencé a sobarle y besarle sus nalgas.

Yo : Tía, discúlpame.

Tia : No hijito. No todo lo contrario. No sabes la satisfacción que me da. Por favor tres veces más, me culeas en ésa misma posición y descansamos.

Con lágrimas en mis ojos le di dos fuertes azotes en cada nalga viendo lo hinchado y colorado que quedaba a punto de sangrar.

Tia : Yá hijo, culeame.

Pero mi verga estaba alicaida por las escenas horrorosas que veía.

Mi tía se paró y tomando mi verga media muerta dijo : Pobrecito. Vamos a aliviarla comenzando a chuparla y en 5 ...