Teniendo sexo con 3 hombres. - Relatos Eróticos

Teniendo sexo con 3 hombres.

Mi nombre es Cecilia, tengo 27 y hago sesiones sexuales.

Me contrataron para una reunión, a las afueras de la ciudad en una pequeña cabaña cerca del lago. Al llegar, me recibió el señor Javier, el mismo que ya había estado en otras reuniones tipo gang bang, quien fue el contrató mis servicios está vez. Al entrar, estaba en joven nuevo, Pedro, poco agraciado pero fornido, y Rafael, un tipo apuesto con aires de superioridad, el cuál también ya había visto varias veces en el pasado.

–Mira nada más a quien trajiste–dijo Rafael formando una sonrisa perfecta en su rostro– se acercó a mí y por primera vez, me besó.

Comencé a sentir un calor emanar dentro de mi, comenzaba a sentirme húmeda por la situación que iba a comenzar.
Primero bebimos para entrar en calor mientras conversábamos. No bastó mucho para empezar.

Estaban ellos tres, con esas miradas serías pero ansiosos de verme desnuda.
Traía un vestido negro, cortó pero elegante y lencería a juego, el cuál poco a poco fui quitando mientras iba acariciando mi cuerpo.

Primero salió el vestido, dejando ver parte mi culo y mis pechos, después quite los demás. Tenerlos a ellos de público me ponía sumamente cachonda.

–Tocate–ordeno Pedro

Comencé acariciando mis pechos, bajando con suavidad hasta mi coño, jugando lentamente con mi clítoris que ya estaba hinchado por la excitación.

–Colocate en 4–dijo Javier relamiendo sus labios.

Estando en 4, el señor Javier me embistió, insertando su gorda verga dentro de ...

... mi vagina. Comenzó con el mete y saca mientras Pedro acercaba su miembro a mi boca, lista para mamar todo su trozo de carne. Mis piernas temblaban por el placer de sentir al señor Javier dentro de mí, pues, los años que tiene le han servido de experiencia para saber cómo complacer a una mujer. No podía contener mis gemidos ahogados por el pene de Pedro, de verdad estaba disfrutando ser la puta de 3 tipos. Mis nalgas rebotaban contra sus testículos, mis pechos se balanceaban con el vaivén y aunque se me dificultaba de repente tener una verga tan grande en la boca, lo estaba disfrutando como una completa zorra.

Rafael, sentado en el sofá, grababa cada escena que se presentaba mientras se masturbaba viendo como sus compinches me tenían a su merced.

–Mira que puta nos salió esta zorra- dijo Javier mientras me nalgueaba con fuerza dejando su mano marcada en mis glúteos.

Pedro sacó su verga de mi boca, dándole paso a Rafael, grabando cada detalle mientras estaba lista para mamar eso que tenía años deseando.

Vino el primer orgasmo junto con un chorro que salió de mí, me temblaban más las piernas pero Javier nunca se detuvo hasta conseguir correrse dentro.
 Rafael sacó su pene, ma dio una cachetada que más que enojarme, provocó que el calor dentro de mi creciera. Javier la sacó de un jalón y me volteó con brusquedad, abrió mis piernas y acercó su boca mis labios, lamiendo de arriba a abajo, metiendo su lengua a mi vagina, alternando con sus dedos, succionando mi clítoris ...