Como descubrí que soy masoquista - Relatos Eróticos

Como descubrí que soy masoquista

Tres años después del fallecimiento de mi esposo descubrí una faceta de mi vida que desconocía
Fue durante un paseo por un hermoso bosque que sucedió lo que voy a narrar, me encontraba fascinada viendo el paisaje cuando repentinamente fui azotada en las nalgas con un machete, lo raro fue que no grite ni hice drama el golpe me excito y mirando al tipo le pregunte ¿eso te hizo feliz? No pero te lo di para amansarte porque te voy a coger
¿Qué tan violento eres para dejarme satisfecha? Tan violento como quieras  chaparrita, pues que esperamos dime adonde y le ponemos, yo misma estaba sorprendida por la manera en que estaba reaccionando nunca imagine que con un golpe reaccionaria de esa manera ya que no solo me había excitado me había gustado seguro el golpe estaba marcado en mis nalgas, aquí mismo para que perder el tiempo, me desnude para usar mi ropa para acostarme en ella , me puse a gatas para que me metiera la verga me exaspere cundo me la fue metiendo con suavidad y en un susurro le dije así no cabron me dijiste que eres muy rudo métela sin contemplaciones y golpea mis nalgas fuerte que suenen y le surgió lo rudo empajo con tanta fuerza que su verga se fue al fondo y no es cualquier verga rebasa los veinte centímetros sus bombeos eran violentos como lo esperaba sus golpes en mis nalgas aunados a los que sus bolas hacían al ...

... chocar con mis nalgas era una sinfonía para mis oídos 
Así, así dale duro destrózame la panocha le decía como una súplica, mi excitación me llevo a tener un orgasmo en pocos minutos al que se unieron otros tres el tipo cuando sintió que se corría quiso sacarme la verga pero lo detuve diciéndole adentro cabron adentro sin temor ni miramientos lléname de leche
Te gusto chaparrita, no estuvo mal pero te falto rudeza quieres intentarlo de nuevo pero se mas rudo dame de chingadasos en las nalgas y las chiches que realmente grite de dolor, sin cambiar de postura de nuevo me metió la verga solo que ahora lo hizo sin contemplaciones con solo empujar una vez me la clavo entera, así me gusta ahora dale lo más fuerte que puedas y no dejes de azotarme ahora si estaba siendo rudo no solo golpeaba mis nalgas con las manos en momentos me sacaba la verga y con ella las azotaba, me tomo del cabello jalándome hacia atrás me veía obligada a arquear el cuerpo con una mano me mantuvo así y con la otra continuaba azotando mis nalgas, el dolor infligido me tenia al borde de la locura fue una mescla de perversidad y lujuria cuando termino dejando otra vez su leche adentro de mi panocha se levanto y se fue dejándome a un valiente
Siempre había recibido mimos a la hora de coger por lo que desconocía mi faceta de masoquista de la cual ahora me siento orgullosa