Señora tentación. Tres - Relatos Eróticos

Señora tentación. Tres

Ella estaba que ardía y claro que yo también. En eso le pregunté, trae pantaleta o tanga? Me dijo súper roja ay cómo cree que a esta edad use tanga; traigo un calzón azul claro. Mmm pues cualquier prenda de cualquier color la tomaría con una mano para retirársela y me la metería en la boca para saborear exactamente en el puente señora mía de mis pecados. Miró hacia arriba y creo que estaba en éxtasis porque hasta cerró los ojos unos tres segundos y volteó a verme con una mirada de placer que pedía más y más.  Sinceramente no me puse de acuerdo con el chofer del micro porque su lentitud parecía a propósito al grado que dejó pasar varios vehículos y siguió subiendo pasajeros. Sólo porque medio nos estaban viendo algun@s y porque vivo cerca con el riesgo de que me vieran no nos besamos porque nuestras bocas exigían unos tremendos encuentros de nuestras bocas para chuparnos las lenguas y succionar nuestras salivas. Luego le seguí describiendo qué más le haría: después de chupar su pantaleta y todavía agachado y por debajo de su vestido lindo le abriría sus labios vaginales y no tendría piedad con su clítoris que seguro en este momento está pidiendo a gritos que le haga mil succiones, besos, pasarle mi lengua y hasta meter mi nariz. Seguramente se estaría viniendo a mares y yo recibiría su flujo en mi boca sin perderme una gota porque es una afición que tengo desde hace años señora mía. Agachó la cabeza y afirmó al mismo tiempo que abrazó fuerte las bolsas que tenía en sus piernas.