1. La amistad laboral


    Fecha: 03/01/2019, Categorías: Sexo con Maduras Hardcore, Autor: Rain1744, Fuente: xHamster

    ... no saldría sin penetrar a mi ex compañera de trabajo. En un movimiento rápido le di la vuelta y la puse contra la pared, con más desorden que otra cosa le subí su precioso vestido descubriendo su culo. Le aparté su tanga rompiéndoselo sin querer, su coño estaba muy húmedo, algo que me excitó todavía más. Me bajé los pantalones que nunca me abroché y me bajé mis calzoncillos. Mi polla estaba muy dura. Agarré mi miembro y se lo pasé por sus labios vaginales, sin todavía penetrar. Pronto noté mi flujo pre-seminal. Le di un par de cachetazos a su delgada nalga y le introduje mi polla. Ella tuvo que elevarse de puntillas por el dolor que sentía al notar cómo se le abría el coño.'Dame todo lo que tengas, empótrame fuerte', me dijo. Y empecé un bombeo relativamente rápido. A mí me gusta ir progresivamente, pero ese día ya empecé con la tercera marcha puesta. Mis sacudidas le hacían moverse con agresividad. Se puso la mano en la boca para evitar que nos escuchasen. Al poco tiempo, notamos como una mujer mayor se acercaba a nuestro probador. Soraya, tapándose con la cortina y asomando únicamente la cabeza le avisó que esa sección estaba en mantenimiento y que no tenían actualizados los precios. La mujer se quedó perpleja, más aún cuando en mitad del argumento se le quedaron a Soraya los ojos en blanco y se le escapó un pornográfico -"Sí, joder, que polla más dura". La mujer se retiró asustada.Nosotros seguimos a lo nuestro, le pedí que me comiera los huevos y me hiciera una ...
    ... mamada, a lo que accedió con celeridad. Tenía arte chupando pollas. Todavía recuerdo cómo sacaba la lengua por debajo en mitad de la mamada. Rápidamente volvimos a la posición inicial, aunque ahora tenía que levantar una de sus piernas. Su coño estaba muy mojado y muy caliente. Me excitaba desde mi posición como su marido atendía a la clientela totalmente ajeno a los pollazos que le estaba metiendo a su mujer. Tanto me excitaba esa situación, que reconozco fielmente que perdí un poco el control de mi cuerpo y mis impulsos. Por un tiempo mis sacudidas eran violentas y agresivas, algo que a ella le volvía loca. Estuve muy cerca de gritar con fiereza, pero pude controlarme en el último momento. Ella me había advertido de que debía avisar antes de correrme.Tras recuperar el control de mis embestidas, me agaché sobre su espalda sin dejar de bombear con relativa velocidad y le susurré al oído: "dime que eres mi cerda. Dímelo!". Ella se quedó un tanto contrariada por lo que le estaba solicitando y, tras repetir dos veces mi petición, ella accedió y no pudo remediar soltar un maravilloso: "Sí, lo soy. Soy tu cerda! Joder, claro que soy tu cerda! Soy tu puta cerda". Esos comentarios terminaron de excitarme por completo y no pude avisarle de lo que se venía... Y lo que venía era un torrente de leche caliente que se trasvasó por todo su coño hasta lo más profundo de sus entrañas. Ella terminó de mover su culo para limpiarme todo el interior y se giró preocupada por el vertido que le había ...