Grata sorpresa para una divorciada sin rumbo - Relatos Eróticos

Grata sorpresa para una divorciada sin rumbo

Siempre tuve una vida sexual corriente y nada divertida, un esposo mediocre que se dio el lujo se engañarme y al separarnos desentenderse de mi y de nuestro hijo,  al no tener otro medio para sustentar me comencé un trabajo en una ciudad cercana al pueblo donde vivía, mis padres se encargaban de mi hijo y a mí ex no lo volví a ver

Siempre me han considerado bonita, soy blanca, de ojos verdes y senos enormes, supongo que mi mayor atractivo, he trabajado siempre en oficios que tienen que ver con actividad física por lo cual mi contextura es normal, sin ser voluptuosa ni gorda. Inicie un trabajo como logística y la pensión en la que vivía, sin ser animada me permitió socializar con muchas personas de diferentes lugares, condición y cultura

Un fin de semana que no volví para visitar a mi hijo pues se fue de viaje con sus abuelos, conocí en la pensión al amigo de una vecina, un tipo de unos 30 años, atlético y de rasgos muy marcados, nos hicimos amigos rápidamente y aquel fin de semana fue nuestra primera cita y desde ese día nos veíamos con cierta regularidad

Había pasado prácticamente un año que no tenía sexo y este nuevo hombre con el que ahora estaba saliendo me propuso iniciar una relación, acepte con agrado, pero debo decir que fuimos muy lento, de un modo cursi y solo después de unos besos y algunas conversaciones quedamos en tener nuestro primer encuentro

Aquella noche fue un desastre, llegó tarde, se le averió el carro y en lugar de llevarme a comer fuera ...

... simplemente llevo algo de comida rápida fría y en bolsas para que comiéramos, deshaciéndose en disculpas y llevándome a pensar que tantas cosas malas sucedían por algo y que tal vez no era el indicado para ser el segundo hombre dentro de mi ni llevaras lejos nuestra relación 

Pese a todo, acepte salir con el, pidió un taxi y salimos rumbo a un motel muy lejos del centro de la ciudad, ya esto era la última bandera roja que podría aceptar, un barrio sombrío, peligroso y un motel que aún cuando era temático, limpio y de alguna forma tranquilo, no me convencía en absoluto

Cuando subimos a la habitación mi ánimo y nerviosismo me bloqueaban y de mala gana lo dejé desvestirme y echarme en la cama, el apenas se quitó los zapatos , desnudo su torso quedando con los pantalones puestos,...ya casi desistía pero comencé a sentir su respiración por encima de mi vecina, primero tibia y suave, luego agotada y más caliente, resoplando prácticamente en cuanto su lengua con maestría me recorría todos los labios, el clítoris y se introducia lo que podía en mi dejándome cada vez más humedad, temblorosa y agitada

Debe haber sido el tiempo de abstinencia, pero tuve dos orgasmos seguidos muy rápidamente, la cara me ardía de rubor y echada boca arriba desnuda ante el me sentía su presa dispuesta a que me hiciera lo que quisiera, le rogué que me penetrara en tanto que el subía a succinarme los pezones sin ningún miramiento, lamiendo, besando, mordiendo y chupando con ruidos groseros que se ...