El hotel 3 - Relatos Eróticos

El hotel 3

... prostituirme.

Margari me propuso varias cosas y sinceramente no sabía cuál aplicar a nuestra relación. 

Empecé por la que más morbo me daba provocarle pero a la vez humillándole, comenzó a decirle que necesitamos un cambio en nuestra vida sexual variar hacer cosas nuevas que me sentía deseada darle celos aquello le traía de cabeza. 

Fue el entonces el que me propuso algún intercambio de pareja algún trío con alguna mujer, yo lo llevé a mi terreno, un trío con otro hombre, o porque no varios. 

Jaime se reía de aquello ya que no me tomaba en serio. 

Yo: tú sabes la pasta que puedo ganar disfrutando del placer de sexo?

Jaime: para hacer eso hay que valer. 

Yo: y crees que yo no podría. 

Jaime: sinceramente creo que no es tan fácil. 

Yo: pues no te apostarás nada? 

Mi marido se reía como desafiándome. 

Yo: no tengo ningún problema en acostarme con otros hombres y mujeres y tú imagino que con otras mujeres no te importaría. 

Jaime: en serio me dices que tendrías relaciones con mujeres y otros hombres. 

Yo: yo a ti no te gustaría variar, mujeres y hombres?? Seguro que lo encontrarías satisfactorio. 

 Mi marido seguía riéndose sin tomarme en serio, como había quedado con Margari recibí una llamada de ella. 

Me fui a la ducha y me arreglé como de costumbre para una cita jaimele aquel momento me preguntó a dónde iba tan arreglada. 

Yo: hacer lo que más me gusta........


Este se quedó perplejo pero todavía no terminaba de crearse mi ...

... actitud. 

Yo: te gustaría ver como me acuesto con otro hombre otros o incluso alguna mujer? 

Hacemos un trato cuando venga me comes el coño me follas te corras y me vuelves a comer el coño qué te parece. 

Jaime: tú lo flipas pretendes que coma mi propia corrida. 

Yo: yo ya lo hago pues además sería la de otro hombre y luego la tuya te advierto que es un manjar una vez que te acostumbras, otra es que pagues por follar, a mí o otra.

Salí sin pedir más explicaciones tenía una cita con un cliente habitual que había llegado al hotel un hombre maduro que conmigo se portaba de maravilla. 

Cuando llegue a la habitación aquel hombre hice una llamada a Jaime para qué escuchase .

Había decidido lo que quería lo que deseaba y había antepuesto mi relación con Margari mi vida con el sexo. 

Después de tres horas regresé a nuestra habitación, deje  caer mi vestido al suelo quedándome completamente desnuda exceptuando mis zapatos de tacón. 

Yo: alguna pregunta tienes alguna duda te ha quedado claro. 

El teléfono de Jaime seguía en llamada con el mío por lo que no había ninguna duda que había escuchado durante tres horas lo acontecido en aquella habitación o sea que sabía a la perfección a que me dedicaba y también el adorno de su cabeza con los cuernos. 

Yo: quieres echar un polvo yo todavía tengo ganas ya que ahora soy insaciable. 

Jaime insulto llamado mi puta cerda y cosas parecidas mientras de su cara descompuesta salían lágrimas de rabia de frustración. ...