1. En manos de dos perversos (final)


    Fecha: 04/01/2019, Categorías: Incesto Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... vergüenzas más grandes de mi vida… La “señorita” me llevó a un local de ropa femenina y cuando una vendedora, una cincuentona delgada con el pelo teñido de rubio, nos atendió le dijo:
    
    -Hola, estamos buscando una pollera, una mini, ¿habrá algo jean azul?...
    
    -Sí, les muestro, ¿qué talle?...
    
    -Es para él… Mi nieto es gay y se le antojó una faldita… Quiere lucir las lindas piernas que tiene…
    
    La vendedora puso cara de asombro y después de burlona complicidad:
    
    -Ah… bu… bueno, entiendo… Y usted lo banca…
    
    -Claro, ¿Qué le parece?, es mi nieto, le doy todos los gustos…
    
    Yo no daba más del papelón que me estaba haciendo pasar la perversa vieja y estaba colorado hasta las orejas…
    
    -Bueno, ya les muestro… -dijo la vendedora y volvió con una mini de jean azul, tal como le había pedido la “señorita”…
    
    -¿Podemos ver cómo le queda?...
    
    -Sí, claro, al final del salón tienen el probador…
    
    Y ahí fuimos…
    
    -Bueno, ponétela, Jorgelina…
    
    -Ay, “señorita”, por favor…
    
    -¡¿Qué te pasa, putita?! ¡¿Querés que te dé una cachetada?!...
    
    Atemorizado por la amenaza me quité el pantalón y me puse la minifalda, tan tensionado que estuve a punto de largarme a llorar…
    
    -Mirate al espejo… -me ordenó…
    
    Me miré y sentí angustia y excitación al mismo tiempo por lo que estaban haciendo conmigo, y ahí no paró la cosa… La “señorita” salió del probador y enseguida volvió con la vendedora…
    
    -¿Qué le parece, querida? ...
    ... ¿Le queda bien?
    
    -Mmmmhhhhh, sí, le queda muy bien y es cierto que tiene muy lindas piernas… Y sin pelos, ¿se depila?
    
    -No, es lampiño natural…
    
    -Lindo nieto tiene, señora…
    
    -¡Gracias! bueno, ya vamos y le pago…
    
    -Los espero…
    
    Salimos del local y yo llevaba la bolsa con la pollerita… ¡Y que ganas sentía de ponérmela!
    
    Cuando llegamos don Ángel esperaba en la puerta de la habitación de “la señorita”…
    
    -¿Y? ¿le compró la pollerita?
    
    -Una minifalda preciosa ¡no sabe lo bien que le queda!
    
    -Bueno, que se la ponga…
    
    Entramos, me la puse y don Ángel exclamó:
    
    -¡Es una nena perfecta!...
    
    -Sí… -coincidó la “señorita” –Una nena muy putita…
    
    -¡Una nena tragapijas! –completó don Ángel y los dos rieron…
    
    -Tiene que dejarse el pelo largo hasta los hombros… -opinó la “señorita”…
    
    -¡Sí! ¡con esos lindos rulos que tiene le va a quedar muy bien!... –coincidió don Ángel…
    
    -Bueno, ya oíste, putita… A partir de ahora te dejás crecer el pelo…
    
    -S… sí… sí, “señorita”… Lo que… lo que ustedes quieran…
    
    Al día siguiente me hicieron recibir al veterinario y a los amigos de don Ángel descalzo y con la pollerita…
    
    Ruidosas exclamaciones, aplausos, risas y burlas obscenas…
    
    -Vamos a usarlo así, con la pollerita puesta… -dijo don Ángel… -y así me usaron, así me llenaron de leche la boca y el culo y así me usan desde ese día… Ya tengo el pelo largo hasta los hombros y eso los calienta mucho…
    
    Fin 
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