1. In Debitum.


    Fecha: 05/01/2019, Categorías: Hetero Autor: porqueria15, Fuente: SexoSinTabues

    Capítulo 1. La deuda, esa condición humana muchas veces repetida y más recientemente referida a los aspectos económicos de la coyuntura existencial. Es una condición muy fuerte, y nos referiremos a ella en su condición de compromiso existencial, no a su percepción económica que a todas luces viene siendo la más vulgar de todas. La deuda, el compromiso que se adquiere con otro ser humano, sea esté de mutuo acuerdo en la mayoría de veces, “hoy pago yo y vos pagas mañana”, “si te ayudo con tu tarea, vos me ayudas entrarle a la canchita”, “vos me salvaste el pellejo con el jefe, TE DEBO UNA”, esta última acepción del verbo es la que nos competerá en esta historia. La definición generalizada de esta perspectiva es: “una deuda es también un concepto moral, ciertas deudas morales son imposibles de cuantificar o de reembolsar, por ejemplo, cuando una persona salva la vida de otra persona. Las deudas juegan un rol central en la organización de las actividades humanas”. Como veremos a continuación, ese concepto de deuda moral desencadenara varios eventos que, para placer de algunos y horror de otros, quebrantaran conceptos predefinidos de la misma moral. Pero no adelantemos los hechos, primero conozcamos a nuestros héroes de esta obra, por delante esta Victor Arturo Andrade, de 36 años, de tez blanca, de 1.80 mts de altura, pelo castaño claro, fornido, con un poco de barriga, pero sin ser panzón, había jugado futbol en su juventud y aun practicaba un poco de gimnasio para no ...
    ... descuidarse, felizmente casado con Alejandra Morales de Andrade, desde hace más de 16 años. Alejandra, de tez morena, pelo negro muy liso, de 1.65 mts. actualmente con 34 años, se había descuidado levemente después de su ultimo parto y bueno estaba lo que se dice comúnmente un poco “ida de vientre”, sin embargo conservaba su piernas firmes de gimnasta y su culo también firme, la lactancia había permitido que se desarrollaran sus senos de forma bastante generosa, y a pesar que ya habían pasado 8 años de que había destetado a su ultimo vástago, los conservaba grandes, pero sin ser melones, estaban a la altura de un par de generosos mangos tipo Tommy, su carita de rasgos finos con una nariz muy respingada, ojos café claros llegando a tonalidades miel. Su matrimonio, como pocos, era muy estable, se podría decir que en la balanza pesaban mucho más los ratos buenos que los malos, lo cual también se traducía a su vida sexual, que, si bien no era tan consuetudinaria como al principio de su matrimonio, no pasaban los 15 días sin que hicieran al menos 2 veces el amor. Acto que les permitía realizarse más a su gusto, ya que todos los conocían como una pareja correcta, que no utilizaba palabras soeces para expresarse y siempre fueron muy correctos y pudorosos en las reuniones, pero dentro de su alcoba daban rienda suelta a sus expresiones fuertes y sexuales, además que les gustaba practicar todo tipo de poses e inventivos juegos de rol y juguetes. Fruto de esos encuentros, pues el cuadro familiar ...
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