1. AVENTURA 6, EL SEXTO CUENTO, LA PISCINA Andrés


    Fecha: 05/01/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... desnuda. Su cuerpo era largo, musculoso, tenía el pelo negro y una barba que lo hacía aparecer terriblemente sexy, su cuerpo tenía bastante pelo, su pecho peludo se veía atrayente para besarlo y chupar las tetillas duras, sus piernas también llena de vellos y en la parte de la pelvis se veía un poco de su verga semiparada con vellos también alrededor, Yo estaba fascinada, primera vez que veía un hombre macho como dicen algunas y con un pedazo de miembro que se dejaba traslucir un poco en su minitraje, era una delicia. Nos comenzamos a dar miradas sensuales, le mostré con mis ojos que estaba seducida por su pedazo de verga, nos mirábamos a los ojos y yo bajaba la vista y le mostraba que estaba mirando su miembro, deseándolo, queriendo mamárselo, me pasaba la lengua por los labios y miraba su miembro, él bajaba su mano, se lo tomaba y me miraba como ofreciéndolo a mis labios, noté que sus ojos miraban mi vulva, abrí un poco las piernas, bajé mi mano, abrí un poco el minicalzón, mostrando el clítoris y los labios de mi concha que ya comenzaban a mojarse. Estábamos aislados de la gente de modo que no había problemas de mostrar un poco más mis delicias, quería que me poseyera entera y me metiera su verga que se veía grande como me gustan. De repente, llegó otro hombre que se sentó a mi lado, mirándome inmediatamente y de reojo sentí sus ojos pegados a mi cuerpo, pensé que me sorprendió mirando el miembro que tenía al frente y se vino a sentar a mi lado para gozar mi erotismo y ...
    ... mi sensualidad, mis senos estaban casi libres y mis pezones se veían duros con tanto líbido, me sentí puta, me calenté más todavía, le mostré descaradamente mis tetas y dejé entrever los pezones. Lo miré a la cara, tenía una mirada lujuriosa, degenerada, fuerte, inmoral, dominadora y reflejaba la lascivia, el vicio, la obsesión sexual, me sentí dominada y le sonreí nerviosamente pensando que tenía dos hombres pendientes de mi cuerpo esperando mi próxima jugada. Me sentí más ardiente todavía, miraba a los dos, acaricié mis pechos y moví mi vulva mostrándoles que estaba ansiosa por ser poseída, el hombre del lado comenzó a masturbar su verga por encima de su bañador, yo lo miraba a los ojos y él sonreía mientras se la tomaba, yo estaba desenfrenada, no había gente alrededor de nosotros y me sentía libre, quería masturbarme allí mismo o esperar para fornicar con ellos a la salida, el hombre peludo seguía mirándome y sobándose el miembro y ya el degenerado comenzó a estirar las manos tratando de tomar mis senos, no aguanté más, me levanté moviéndome sensual y voluptuosa, les dí una mirada a cada uno y me encaminé al sauna para buscar una manera de relajarme y, a lo mejor, masturbarme hasta sentir mis orgasmos. El sauna es común para hombres y mujeres pero no había nadie en ese momento, me recosté en el primer asiento y comencé a tocarme, estaba ardiente, lujuriosa, me sentía obscena e impúdica, no me importaba nada, estaba ansiosa de sentir placer de cualquier manera. Pasaron ...
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