Bajo remordimientos - Relatos Eróticos

Bajo remordimientos

... deslizándola se pudo agachar con facilidad y le bajo a Eric el short de baño para comer su sexo. Lo hizo hasta que él tomó la mano de Samantha que estaba apoyada en su cadera y tiro de ella como señal para que se levantara, ella obedeció levantó la pierna cuando Eric la tomó por debajo. Él se agachó y Provo su entrepierna, aunque no tardo tanto como ella había gozado de él, porque tenía ansias de penetrarla. Cuando se levantó dijo: -Usemos un condón -dijo ella con algo de nervios, porque era virgen. -No tengo ninguno – le dijo él, pero al buscar en la primera gaveta del closet en el que estaban encontró muchos puestos de forma ordenada. -Sin condón –propuso él besándola, ella tiró el condón al suelo y tocó su pene mientras levantaba una de sus piernas para que entrara con mayor comodidad y luego sucedió. Él fue despacio pero con dureza sin tener claro lo que sentía, pues ella abierto la boca y aguantó la respiración mientras aferraba fuertemente a uno de los gabinetes y a la mano que tenía en sus nalgas. Ella emitió un quejido fuerte que podía escucharse afuera, pero no había nadie, además, con lo que estaba sintiendo no le importaba si un profesor apareciera de repente el abrir la puerta, él no pensaba detenerse hasta que llegara el momento para correrse fuera de ella. Samantha emitió otro sonido, esta vez más menos fuerte, luego otro y otro a medida que el ritmo sé fue acelerando, ella lo intentaba besar, pero el places se lo impedía, solo jadeaba al ...

... igual que él lo que hizo que la temperatura rápidamente. -¡Ya… para… para…! –Le decía ella con los pechos duros porque sentía que se acercaba el momento-. ¡Para, no. NO…! Pero ni él ni ella lo pudieron controlar y aferrados fuertemente el uno al otro, Eric se corrió dentro de ella generando un placer indescriptible que no pudo gozar plenamente por darse cuenta del error que habían cometido. Sin embargo, la angustia se profundizó cuando repentinamente se abrió la puerta y apareció Junior, el hermano menor de Samantha, quien cumplía 5 años ese día. -¡Le diré a mamá que están desnudos! –dijo Junior. Samantha se alarmó y salo del closet para detener a su hermano, pero se tropezó con las piernas de su tía, quien la miraba asqueada. Cuando el corazón de Samantha se aceleró con fuerzas, los jadeos comenzaron a surgir por la adrenalina que empezaba a correr por su sangre, por el miedo a lo que pudiera ocurrir. El pensamiento que corría por su mente con más fuerza, era el de haber causado el inicio de la ruptura familiar. Samantha se mareó y vio venir la oscuridad, pero no paró de sentir los jadeos. Un instante después abrió sus ojos en medio de su cama, sudada y aun jadeando por la pesadilla. La noche no dejaba ver mucho, pero pudo contemplar que toda su familia estaba dormida a su alrededor. Su madre y su padre dormían en la cama frente a ella. Junior dormía en la suela. Al girarse, vio a Eric sumido en un sueño profundo, desnudo, tanto como ella también lo estaba.