1. Nunca supe si en verdad era gatillero, pero probé su pistola y sus municiones


    Fecha: 10/01/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... menos acordé –ya sabrán ustedes- estaba yo comiéndole el rabo. De pie a su lado, me agaché arqueando mi espalda hacia su pubis y bajé un poco el pantalón y el calzón por la parte delantera suya. Me parece que tenía poquito vello rizado y brillante alrededor de la base de su verga en forma de hongo. La deglutí. No recuerdo bien –insisto- pero seguro que la disfruté a raudales. En otro parpadeo fui consciente de que, aunque los demás estuvieran a unos 50 metros de nosotros, en la tiniebla nocturna, estaban pedos, distraídos y en lo suyo. No me importó su nos alcanzaban a ver pero quise creer que no era posible. Seguí comiendo su verga mientras discretamente chaqueteaba la mía con la mano izquierda pues, sin darme cuenta, había bajado mi bragueta para gozar yo también. Un parpadeo más y yo me incorporaba limpiando los restos de mecos que traía en los labios y la barba. Así es como lo recuerdo, sin mayor precisión, pero lleno de morbo, con aquel chacal tatuado y desconocido, dizque gatillero, de quien no averigüé tal cosa pero sí probé armas y municiones. Malditos chacales sexys e irresistibles.
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