-
La historia de Ángel, solo era un muchacho (14)
Fecha: 12/01/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... ese momento. Miré por la ventana, algunas hojas caían de los árboles y revoloteaban antes de posarse sobre la hierba del suelo, se había levantado un viento que movía las ramas haciendo que chocaran y que comenzaran a caer las primeras hojas ya amarillas del otoño. Me coloqué una chaqueta de punto y salí a la calle, hacía frío o yo lo sentía así. Llegué hasta el pabellón de verano, había una pequeña grua sobre un vehículo de ruedas, la estuvieron utilizando a la mañana para subir hasta el tejado, tenían que reponer algunas pizarras que estaban sueltas y también habían cubierto la piscina exterior con cristales curvados. Me senté en un banco de madera y me arrebujé en la chaqueta de lana. No tenía noticias de Pablo, desconocía el estado de su tía y cuando sería su vuelta. Seguramente se habría encontrado con Álvaro, si era el médico de su tía tenía que estar con él. Los dos hombres que quería y amaba estaban juntos, dispuestos a ayudarme según aseguraba Pablo, quizá…, seguramente tenía razón y debía hablar con Álvaro, no perdería nada porque nada había entre nosotros, las palabras de amor y deseo que nos comunicábamos y las promesas de amarnos. Tenía que entender que no había escogido que me secuestran para venderme, ¿pero qué podría decirle sobre lo que hacía? Nadie me forzaba para follarme, más o menos era consentido y hasta deseado. Una verga me volvía loco, y el ejemplo más cercano había terminado de ocurrir. Había disfrutado la verga del señor Millán con ...
... obscena complacencia aunque prefiriera las de otras personas, y ahí estaban parte de mis dudas para pedirle protección y algo más. En la cena Ana María estaba muy animada, la habían invitado a la representación de Mefisto, primera opera de la temperada, y la comida fue más rápida que otros días, necesitaba su tiempo para prepararse. En el salón me tumbé colocando la cabeza sobre las piernas de Eduardo y Dulce se colocó entre las mías también tumbado, puse la mano sobre su pecho sintiendo los latidos de su corazón, le pasé la mano con suavidad por la tripa y me lamió la mano. Después de la mala noche que pasé durmiendo poco, notando la ausencia de Pablo, quería compañía y esperaba que Eduardo se hubiera ofrecido a estar conmigo. Habían pasado las noticias y colocó la mano sobre mi cuello. -Millán ha quedado encantado de tus servicios, gracias pequeño, has hecho una buena labor, ¿te ha tratado bien? -su mano recorría lentamente mi cuello comenzando a entrar por debajo de mi camisa. -Ha estado bien, es amable y cariñoso. -Te enviará un regalo por lo bien que te has portado, quiere repetir la experiencia pero tengo otros compromisos, ¿te importará estar otra vez con él? -lo pensé un segundo, mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer, y en este caso no había estado tan mal. -No, no me importa, haré lo que mandes. -era lo que Eduardo esperaba oírme y fue lo que escuchó. Me despedí de él para ir a la cama, Dulce se quedó con Eduardo pero al entrar en mi ...