Mi suegro me hizo su esclava (III)
Fecha: 20/06/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos
... trágate todo!” y así fue, me tragué casi toda su leche, mucha salió por las comisuras de mis labios corriendo por mi cara; casi me ahogo por estar prácticamente de cabeza. Cuando él sacó su pene yo no paraba de toser y de jalar aire.
Lo malo fue que al terminar Don José, ya no siguió lamiéndome ni dedeándome; por lo que no pude terminar, yo quería que siguiera, o que me soltara para yo masturbarme y terminar, porque ya estaba casi a punto; entonces él me dijo: “¿qué perra, quieres que siga?”; mi mente decía que no, pero mi cuerpo me suplicaba que sí, entonces inconscientemente le dije: “si, por favor señor”; entonces él, sabiéndose dueño de la situación, parado junto a la cama me dijo: “te desato y te ayudo a terminar si haces todo lo que te diga”; desesperada por el deseo respondí casi gritando: “¡si, si, hago lo que sea, por favor!”.
Entonces mi suegro procedió a desatarme, primero de los pies y luego las manos; lo hizo rápidamente y al terminar me dijo: “con calma puta, primero quiero que te hinques y me supliques que te coja y te haga venir”. Yo, sin ser dueña de mi mente obedecí; me bajé de la cama, me hinqué frente a él y dije: “por favor señor, cójame y hágame venir” y él me dijo: “no, no, no puta, ahorita no me digas señor, quiero que me digas mi amor y quiero que me tutees”. Humillada, pero con un deseo inmenso volví a suplicar: “por favor mi amor, quiero que me cojas y me hagas venir”. “¿estás segura?” dijo él, yo respondí: “si mi amor, por favor”; entonces ...
... él dijo: “muy bien puta, te voy a hacer tener el mejor orgasmo de tu vida, pero tienes que seguir haciendo y diciendo todo lo que yo te mande, ¿entiendes?”, apurada contesté: “si mi amor”; entonces él se desnudó rápidamente y me dijo: “primero tienes que pararme la verga de nuevo” y colocó su flácido miembro frente a mi cara; de inmediato entendí, lo tomé con una mano y lo introduje en mi boca; Don José levantó la cara hacia arriba y tomándome con ambas manos la cabeza dijo: “¡ah sí putita, que rico mamas, sigue, sigue!”; seguí chupando el miembro de mi suegro y empecé a masturbarme, metiéndome dos dedos en la panocha, pensé que si yo sola me daba el placer necesario para llegar al orgasmo, ya no necesitaría de mi suegro y esta vez yo lo dejaría a medias, como una venganza.
No sé cómo, pero él se dio cuenta y sacando su pene de mi boca me dijo: “¡ah, ah, no putita, no debes hacer nada sin que yo te lo ordene; has solamente lo que yo diga, saca esos dedos de ahí si no quieres que te castigue y te quedes sin placer otra vez!”. Obedecí porque ya empezaba a darme cuenta de lo que es capaz mi suegro.
Él me tomó de la cabeza y me hizo seguir chupando su pene y me dijo: “quiero ver tus manos atrás, en tu espalda y que tu vista siempre esté sobre mí”. Así lo hice, coloqué las manos en la espalda y lo vi a los ojos mientras seguía mamando su miembro que ya empezaba a crecer poniéndose duro. Me asombró la capacidad de mi suegro de recuperarse tan rápido después de haberse venido ...