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Mi primera cita con mi Ama del chat (5)
Fecha: 15/01/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: servicial10, Fuente: SexoSinTabues
... correa, acercó mi cabeza al coño de su amiga María José. • ¡A dejar bien limpio el coño de tu Ama María José!, ¡vamos!. Mi boca se pegó a su coño. Antes había visto el flujo blanquecino que rezumaba su coño. Ahora no solo lo estaba lamiendo con mi lengua sino que su olor era muy intenso también. Mi boca empezó a impregnarse de un flujo espeso, de sabor muy especial mezcla de dulce y salado. Mientras lo hacía sentí en mi espalda el chocar de las tiras de cuero del látigo. Los azotes se hacían intensos aunque los gemidos de placer eran ahogados por mi Ama que la besaba pegando su boca a la suya. De pronto sentí un tirón de la correa. Era la señal para que me separara de su coño y dejara de limpiarle con mi boca. Ya satisfecha, mi Ama acercó su cara al coño de María José y para comprobar con su lengua que lo había hecho bien. El deseo que dejaba entrever mi Ama al pasar con intensidad y muy despacio su lengua por los labios del coño de María José provocaba en mi una nueva excitación que debía controlar antes de que cualquiera de Ellas pudiera darse cuenta. • Te lo ha dejado perfecto, es un esclavo muy obediente y perfeccionista en todo lo que se le manda. Bueno, ahora dedícate a mí, esclavo. Tiró de la correa de mi collar haciendo que me desplazara hasta donde ella estaba sentada. Allí posó sus manos sobre mi cabeza haciendo que estuviera totalmente pegado a su coño. • Así, perro. No eres nada, solo sirves para obedecer y servir. Jajajjajajjajaj. Allí, entre sus piernas, bien ...
... aprisionado me dediqué a lamérselo por completo a la vez que con la punta de mi lengua me detenía en su clítoris haciéndole gemir de placer. Mientras lo hacía, María José se levantó del sofá y tomando el mango de su látigo procedió a azotar mi espalda y mi culo haciendo que mis marcas volvieran a adquirir su tono rojizo, como le gustaba a Ella. Cuando mi Ama María me separó de Ella, María José volvió a su lado dejando el látigo sobre mi espalda. • ¡Siéntate y echa la cabeza sobre el sofá, entre las dos!. Así echado entre las dos procedieron a unir las muñecas con los tobillos usando unos brazaletes. De todos ellos colgaban unos mosquetones que permitían unirlos. Mi boca permanecía abierta y ofrecida. Cada una de Ellas se dedicó a uno de mis pezones, retorciéndolos, clavándole sus uñas y haciendo que se tornaran hinchados y rojizos. • ¡Qué maravilla de esclavo!. Entiendo que te hayas planteado su compra. Es muy difícil encontrar hoy en día un esclavo tan completo. Mira su boca abierta todo el rato. ¿Tendrá sed? • El domingo cuando vengan a por él les plantearé su compra. Es posible. ¿Tienes sed mi perrito? Asentí con la cabeza pues de sobra sabía que no podía hablar salvo que me concedieran Ellas permiso para hacerlo. Entonces vi como mi Ama María José se colocaba sobre mi cara riéndose y comenzando es dejar caer saliva abundante en mi boca que iba tragando a la vez que la saboreaba. Después fue mi Ama María la que propuso un juego con Ella. • Vamos a echar una apuesta. Le vamos ...