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La historia de Ángel, solo era un muchacho (17)
Fecha: 21/01/2019, Categorías: Sexo Oral Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... que sus labios se apretaran en mi boca. Tiró de mi camisa y saltaron los botones dejándome el pecho al descubierto. -Mira que tetitas ricas escondes, pero no van a ser solo para tus amantes millonarios putito. -su boca se apropió de una de mis tetitas y me la mordió con fuerza haciéndome que gritara. -¡No, no por favor, me hace daño! -¿No te gustan mis dientes? ¿Otros te lo hacen mejor y a tu gusto perra? -se montó a horcajadas sobre mi tripa y solo podía mover las piernas detrás de su gordo trasero. Intenté apartarle la cabeza y entonces me sujetó las manos por encima de la mía comenzando a golpearme la cara con la mano libre. -Yo te domaré putita, Damián no supo hacerlo porque le faltan cojones, pero aquí tienes un macho que te doblegará. -tiró de mis pantalones y los deslizó hasta las rodillas llevándose a la vez el slip y dejando al aire mis partes viriles. -No, no, por favor, no haga eso. -volvió a golpearme con fuerza y sentí que la sangres brotaba, no sabía si era de los labios o de la nariz pero sentía su sabor metálico en la boca. Yo movía alocado la cabeza y las piernas, asustado y sudando de terror, era lo único que podía hacer, el dolor en las muñecas era tremendo y me las apretaba hasta parecer que las iba a romper, el peso de su cuerpo sobre el mío no me dejaba respirar muy bien. -Colabora o será peor para ti, no tienes nada que hacer y voy a follarte el culo quieras o no. -me di cuenta de que tenía las de perder y que no me libraría por mucho ...
... que me resistiera, dejé de patalear, me quedé quieto aunque respirando angustiado, buscando aire que llevarme a los pulmones, y las lágrimas comenzaron a rodarme por las mejillas que me escocían por los golpes recibidos. -Así me gusta puto, vas a saber quien es tu amo y te dejaré disfrutar una buena polla de hombre en tu culito. -terminó de sacarme a estirones la ropa y se bajó los pantalones para sacarse la verga. Me dio la vuelta colocándome boca abajo y se me montó en la espalda, sentía los pelos de su barriga en las nalgas y el respirar dificultoso que tenía, su verga se abrió camino entre mis piernas buscando mi ano, y sin separarme la piernas encontró el agujero que deseaba, sentía como apretaba y me agarroté tensando el cuerpo y recogiendo la ropa en mis manos estrujándola. Aquello dolía más que la primera vez que me desvirgaron, pero el verdugo no tenía piedad y empujaba con fuerza a golpes bruscos que iban enterrando su verga en mi culo. Parecía que no iba a terminar nunca de entrar, y me di cuenta de la tremenda longitud de su pene cuando lo sentí muy profundo, y que seguía empujando para meterse a pesar de que por la posición no podría enterrar toda su verga. -Tienes el culito apretado puta, así me gusta romperlos, y que se resistan a la fuerza de mi polla. -moví un poco el culo para dejarle que acabara de metérmela hasta que los pelos del pubis hicieron tope con mis nalgas. -Ya te tengo maricón, ya eres mío puto, eres mi hembra. -mi culo parecía ...