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Coqueteos con mi suegro
Fecha: 22/01/2019, Categorías: Confesiones Autor: alamna, Fuente: RelatosEróticos
... posteriormente arrodillarse frente a la cama y entre mis piernas. Me comenzó acariciar con sus dedos con lujuria y admirado y me dijo que al fin podía verme la vulva completamente y que su boca anhelaba darme una rica mamada que ya no aguantaba más masturbarse pensando que me penetraba o me la mamaba. Y después acercó su boca a mi vulva y yo sentí como toda su boca cálida se abría sobre mis labios sexuales mientras su lengua inquieta se movía explorando toda la zona. El placer que recreaba mis sentidos era tan fuerte que apenas me costaba creerlo y todo mi cuerpo se relajaba ante aquella caricia experta. Después nos desnudamos por completo y el al verme tan dispuesta hizo una pausa siendo consiente de que podía correrme en cualquier momento, asi que me pidió que se la mamara y yo me acomodé y tomé su verga dura como un fierro y me entré suavemente en mi boca acariciándola astutamente con mi lengua y chupándola levemente. El enloqueció de gusto y agarró mi cabeza con sus dos manos y la ajustó haciéndola mover mas rápido pero al mismo ritmo que yo llevaba al meterla y sacarla a ...
... su verga de mi boca. Se calentó tanto que me decía mas cosas sucias pues el sabia como me gustaba, me decía perra como sabes mamarla, eres my puta, mi zorra preferida, ¿Cuánto cobras por mamarla perra? Y yo toda excitada me esforcé en mamársela mas duro y se mas hábil y ya cuando justo estaba a punto de venirse, se detuvo de golpe y me agarro, me puso en cuatro y me clavó su rica y caliente verga todita hasta el fondo y yo sintiendo tan rico como se abría paso dentro de mi le pedí que me cogiera bien duro. En esos instantes que él me cogía con furor yo miraba la imagen de nuestros cuerpos en los espejos que este cuarto de hotel tenia en el techo y ambos lados de la cama y me resultaba tan excitante, tan placentero ver esas imágenes candentes de nosotros: el penetrándome desde atrás y yo con todo el pelo alborotado meciéndome con violencia, recibiendo aquella verga insaciable que se desaparecía todo a las puertas de mi vagina tanto que en una de esas no aguante más y me corrí como nunca y al cabo de unos segundos sentí como él me llenaba las entrañas con su semen delicioso y calentito.