La cabaña: encuentro de dos amantes
Fecha: 12/08/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: xavimysk, Fuente: CuentoRelatos
... antiguas películas del oeste. Tu pelo negro y tu piel morena terminan completando la ilusión y te conviertes ante mis ojos en la más bella nativa americana que jamás se hubiese visto en la gran pantalla.
-Sabes que me gusta mucho ese camisón que llevas puesto.
-Sí, lo sé -Contestas llegando hasta a mí y comienzas a desabrochar mi pesado abrigo mirándome fijamente a los ojos- Quítate esto, aquí estarás caliente, no lo necesitas.
Miro embelesado tus ojos negros mientras tus manos suben por mi torso abriendo la prenda, me inclino ligeramente hacia adelante para despegarme de la puerta y permitirte retirar el abrigo que cuelgas en una vieja percha de madera situada junto a la entrada sin que nuestros ojos dejen de observarse ni por un instante.
-Estás preciosa.
-Estoy mayor, los años pesan -Contestas, ahora sí, bajando la vista con timidez mientras comienzas a desabotonar mi camisa.
Llevo mi mano derecha hasta tu cara y tomándola por la barbilla, entre el pulgar y el índice, la levanto suavemente para volver a perderme en esos preciosos ojos.
-Te digo que no hay otra como tú, eres simplemente demasiado hermosa -Nuestras caras están separadas por escasos centímetros, nuestros labios casi se rozan.
Avanzo lentamente buscando tu boca, y tus voluptuosos labios se estiran ligeramente en busca de los míos para encontrarnos en un primer beso, casi casto, solo un pequeño piquito. Un piquito al que le sigue otro, y otro con mayor intensidad hasta que con el ...
... cuarto nuestros ojos se cierran y se abren nuestras bocas.
Bebo de tus labios y saboreo tu dulce lengua en un beso que podría ser eterno mientras mis manos rodean tu cuerpo para posarse sobre tu culo y tus brazos se enredan a mi cuello afianzando el beso. Un beso profundo, pero suave. Un beso sediento, pero sin ansia, con la calma de quien quiere saborear el manjar que tanto tiempo lleva esperando sin ninguna prisa, sin perderse nada, deleitándose con cada detalle.
Tras un largo minuto nuestro beso termina tal y como comenzó, poco a poco, sin prisas, nuestras lenguas se desenredan y los labios se cierran mientras se separan lentamente con pequeños besos. Nuestros ojos se abren y volvemos a perdernos el uno en el otro. Tus pupilas brillan con intensidad, como venus lo hace justo antes del amanecer, solo que tu brillo es mil veces más hermoso y en esta cabaña Venus eres tú.
-¿Sabes lo que tienes que hacer ahora? -me preguntas.
-Perfectamente- Contesto y en un gesto que se torna casi violento te levanto en volandas y cargándote camino los escasos pasos que conducen desde la puerta hasta la alfombra de suave pelo largo que hay frente a la chimenea donde te vuelvo a dejar en el suelo de forma delicada.
Vuelves a mirarme a los ojos con una dulce sonrisa, te llevas las manos a las caderas y tomando el delicioso camisoncito que llevas puesto comienzas a estirar muy lentamente de él.
Retrocedo un paso para poder contemplar como aparece, muy despacio, ante mis ojos tu ...