Mi primer orgasmo
Fecha: 24/01/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que podría hacerme en mi vida: que me acariciara la cola. Y...se lo dije, y mi amigo se puso colorado, y empezó a temblar...pobre, mi alma!!!. Temblaba como una hoja, pero, él no sabía que yo tenía más miedo que él. Así que le dije que si quería que hicieramos algo (yo sólo quería que me acariciara la cola!!!), que me lo dijera, y mientras hablábamos, nos sentamos en la cama, yo junto a él. D no podía sacar la mirada de mis piernas que, al estar sentados, se torneaban de una forma que, bueno, ya saben la forma tan atractiva que los muslos adoptan al sentarse uno en el borde de la cama. Bueno, nos pusimos a charlar de que si hacer esas cosas o no, hasta que le dije que si quería tocarme un muslo, y él me dijo que no sabía, así que le tomé la mano izquierda y se la apoyé en mi muslo derecho. Yo sentía cosas en mi estómago, como si una bandada de mariposas me revolotearan por el mismo, y sentía calor en mi cuello, en la cara, mis ojos estaban como llorosos; fue en ese momento que descubrí lo que era estar excitado..
Mi amigo se puso nervioso, y fue ahí que le dije que quería hacer lo que le había dicho, pero era gracioso; ninguno de los dos sabía por dónde empezar, así que le dije que hicéramos lo de las revistas, que ya que no sabíamos por dónde empezar, que usáramos las revistas como una guía. Mi amigo aceptó con mucho entusiasmo.Yo me había traido de mi casa un sombrero con volados, que hacía juego con mis medias, el cual se lo saqué a mi mamá de uno de los cajones de ...
... su armario. D fue a buscar una almohada a la habitación de sus padres, mientras yo me sacaba la bombacha. Fue hermoso sentir que me desvestía para estar con mi amigo, no para irme a dormir.
Cuando D vino, mi amigo se puso de todos colores al ver las curvas de mis caderas y mis muslos, unidos a mi cola tan delineada y femenina. Puso la almohada en la cama, sobre la cual yo me acosté 'tendida' y de esta forma, me acomodé de modo que mi cola quedara elevada; ahí yo estaba supernerviosísima.
D, muy tímidamente, comenzó a acariciarme la cola con sus manos y mis sensaciónes salieron a la superficie. Cerré los ojos y no podía creer lo que estaba pasando. Era como un sueño en donde yo viajaba en una montaña rusa, y donde cada caricia por su parte era una pronunciada pendiente. De a poco comencé a perder la vergüenza y le pedí que me introduzca un dedo por entre mis glúteos, entonces (yo notaba de a poco cómo todo se iba haciendo más fácil) comenzó a deslizarlo por entre mis nalgas, entonces comenzó a meter y sacar lentamente el dedo, pero sólo por entre los glúteos, hasta que comencé a sentir una sensación linda: no lo podía creer. Mi amigo deslizaba su dedo tan suave y lentamente que sentía un cosquilleo en mi panza que poco a poco se iba convirtiendo en una sensación muy placentera, como de protección, mezclada con amor y ternura, sumada con una alta dosis de placer erótico. Su dedo se seguía deslisando con frenesí, y mi respiración se hacía cada vez más insuficiente y el ...