1. Otra zorra madura en mi gimnasio


    Fecha: 26/01/2019, Categorías: Incesto Autor: zorro_en_celo, Fuente: CuentoRelatos

    ... placer y me levanté para que me hiciera una cubana, pero casi me la comió.
    
    —¡folla ahora mis tetas, cabrón!, ¡me gusta! —bramó Adriana
    
    Metí mi rabo entre sus magnificas e imponentes tetazas y comenzó a frotar mi rabo entre sus tetazas, haciéndome una placentera cubana.
    
    —¡córrete en mis tetas de zorra, lo estoy deseando, jodío! —voceó Adriana
    
    Adriana advertía el placer que me estaba dando follar sus estupendas tetazas y ambos bufábamos, gemíamos, resollábamos y nos desgañitábamos del mutuo placer
    
    —¡sí, así, me encanta, cabrón!—jadeaba Adriana , —¡si, jódeme bien!, ¡jode a tu puta! —añadió Adriana
    
    —¡uff!, ¡uff!, ¡agh! —gemía Adriana
    
    La fulana Adriana se puso en cuclillas delante de mi y prosiguió con su crónico deleite y goce por succionar mi verga como una posesa enajenada y mamaba, lengüeteaba y relamía mi rabo con complacencia y empeño lascivo y lúbrico, sacaba mi rabo de su lujuriosa bocaza y succionaba mis hermosos cojones con afición sicalíptica y yo berreaba de placer como un perfecto cabrón en celo.
    
    —¡córrete en mi boca de puta, lo deseo, cabrón! —voceó Adriana
    
    La sacaba y volvía a meter en su efervescente bocaza de libertina ninfomaníaca y succionaba mis maravillosamente afeitados cojones.
    
    —¡que rica!, ¡me gusta chupar tu polla, maricón! —gimoteó Adriana
    
    A continuación, se puso como una loba libidinosa a cuatro patas y yo puse un poco de saliva en mi mano para que al follar su ardoroso y borboteante coño entrara de golpe mi ...
    ... rabo.
    
    —¡jódeme el culo, lo estoy deseando! —bramó Adriana
    
    Coloque mi cabeza detrás de Adriana y comencé a lamer y relamer su intenso y efervescente coño de loba salida y libidinosa.
    
    —¡quiero frotar mi puto coño por toda tu cara, cabrón! —aulló Adriana
    
    —¡como me gusta comerte el coño, puta!, ¡me encanta, zorra! —bramé
    
    Me dí la vuelta y otra vez prosiguió mamando, lengüeteando y relamíendo mi rabo con complacencia y empeño lascivo.
    
    —¡como me gusta comerte el rabo, cabrón!, ¡me encanta, maricón! —bramó Adriana
    
    Creía que Adriana era una enajenada libidinosa pues solo parecía desear disfrutar de mi rabo. Metió un condón en su bocaza de guarrona depravada y me lo enfundó perfectamente y continuaba con su perfecta y muy relajante mamada que me estaba enajenando.
    
    —¡me gusta tragar tu rabo, cabrón!, ¡me encanta, cabrón! —bramó Adriana—¡eres una puta guarra depravada! —bramé—¡eres una puta barata! —vociferé
    
    Ya, con el rabo, enguantado en el condón, la muy zorra de Adriana corrió a cuatro patas a una esquina de la cama para que empezara a jugar con mi rabo dentro de su hirviente y ardoroso coño de loba concupiscente y jadeante.
    
    —¡mátame a polvos!, ¡clávamela, cabrón!, ¡soy tu puta esclava sexual! —gritó Adriana
    
    Fui taladrando y "estacando" lenta y lascivamente mi rabo y la muy cerda volvió a gemir, saqué mi rabo de su coño para manipularlo y que la golfa licenciosa de Adriana retornara a gemir como una zorra obscena
    
    —¡Ah, que gusto!—jadeó Adriana
    
    —¡eres un ...
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