1. HELEN: Mami golosa, hijo goloso…


    Fecha: 28/01/2019, Categorías: Incesto Autor: helenhot, Fuente: SexoSinTabues

    ... bien atendida tu sabes, pero a veces me gusta jugar con mi juguetito jaja. Yo: A mira que bien por ti. Pues yo estoy igual, tengo en casa quien me atiende de maravilla pero en ocasiones disfruto también de momentos de soledad jaja. Empleada: Si verdad, también es bueno que una solita se atienda. Yo: Oye y tu cual tienes? Empleada: Mira, tengo uno como este… Me enseño un consolador de platico rígido color morado, con función de vibración, como el clásico consolador con el que a veces salen las chicas en las películas porno, nada del otro mundo. Yo: Y me lo recomendarías? Empleada: Pues ya te dije depende de lo que quieras, para algo básico, este está muy bien, puedes introducírtelo y cuando lo prendes pues de lo frotas y se siente muy bien la verdad jaja. Yo: Pues creo que voy a llevar este, pero también quiero este… Tome un juguete que son unas bolas que están en un cordón, ese esa para uso anal principalmente, las bolas son algo gruesas y son varias. La chica me miro y aunque no lo dijo por su mirada y su sonrisa casi pude deducir que en ese momento pensó que yo era una golosa muy traviesa jaja. Nada más lejos de la realidad. Empleada: Perfecto! Hay algo más que quieras llevar, tenemos también lubricantes, tal vez te puedan hacer falta, para usarlo con este. (Me dijo señalando el de las bolas) Yo: Pues yo creo que si jaja, si claro también voy a llevar uno. Así que después de eso fui a pagar mis artículos, la chica me cobro muy amablemente, cuando termine mi compra me ...
    ... despedí de ella y salí de la tienda, subí a mi camioneta y me fui de regreso a la casa. Una vez allí, no perdí tiempo para estrenar mis juguetes nuevos, literalmente estaba como dice la expresión “como niña con juguete nuevo”. Me dirigí a mi habitación, al entrar, parada a un lado de la cama me desnude completamente, saque mis juguetes de sus empaques y leí las instrucciones. Me tumbe en la cama y comencé a jugar como niña, pero no con muñecas, sino con algo mucho mejor jaja. Prendí mi consolador y comencé a usarlo, me frotaba la vulva y el clítoris y las vibraciones me provocaban una placentera sensación, comencé a meterlo dentro de mi sexo que ya chocrreaba mi néctar. Me manoseaba las tetas, chupaba mis manitas empapadas de mis juguitos y pase un rato disfrutando, después de unos minutos pare y apague mi juguete y me prepare para probar el otro. Las bolas eran bastante gruesas, y aunque mi culo ya está bastante acostumbrado a ser destrozado por las vergas de mi bebito y todos los cabrones con los que me revuelco me daba algo de miedo meterlas, pero esa misma idea me daba mucha excitación. Me lubrique un poco el ano, me acosté de ladito sobre la cama come en posición fetal y lentamente comencé a introducir esas bolas en mi ano, cuando metí la primera sentí que en verdad eran más grandes de lo que estoy acostumbrada a recibir, pero ese rico dolor era muy placentero, en total me metí cuatro bolas, que fue lo que más pude resistir, quedaron otras tres por fuera. “Oh dios, que rico, ...
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