1. El pellizco de mi cuñada


    Fecha: 30/01/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... unos meses sin vernos, parecía que ella no quería que aquello fuese a más, pero un fin de semana quedamos los dos matrimonios con nuestros hijos en el chalet de la familia para celebrar el cumpleaños de su hijo pequeño, que cumplía cinco años. El sábado por la mañana lo pasamos en la piscina nadando y tomando el sol.
    
    Mi mujer y Yolanda estaban tendidos en la terraza junto a la piscina tendidas en sendas hamacas, su marido y los niños jugando dentro del agua, armando un gran jolgorio, mientras yo estaba sentado en otra hamaca, frente a las dos hermanas, observándolas con las gafas de sol para disimular. Mu mujer tenía el respaldo tendido mientras que mi cuñada lo tenía inclinado manteniendo el torso levantado y las piernas estiradas sobre la hamaca. De pronto puso los pies sobre la hamaca y juntando las rodillas con los pies separados, mostraba por debajo su rajita, marcada bajo la tela del bañador, aquello me puso en guardia, ella me miró y disimulando puso una mano por debajo de la pierna y pasó un dedo por debajo de la goma de la braga y la apartó dejando ver la preciosa raja cubierta de vello durante dos segundos, volviendo a soltarla inmediatamente. Entonces yo hice lo mismo y baje la goma del bañador con la mano izquierda y con la derecha esgrimí el pene como si fuera una lanza mostrándoselo durante dos segundos y tapé inmediatamente, Ella separó las rodillas para poder abrir las piernas y volvió a apartar la braga a un lado mientras con la otra mano separó los pelos ...
    ... del chochito y abrió la raja, mostrando la almeja jugosa y rosada tres o cuatro segundos.
    
    Mi mujer se incorporó y los dos disimulamos rápidamente. Al cabo de un rato, cuando me bajó la erección, pensé que lo mejor era salir de aquella situación y me levanté y me fui al interior del chalet a ver la carrera de motos y así evitar las tentaciones. Al cabo de un rato entró mi cuñada ya vestida con un vestido de los de ir a la playa, pasó por delante de mí, bromeando se colocó entre yo y la tele, tapándome la carrera y se sentó sobre mis piernas, o mejor dicho sobre mi pene, restregando el culo unos segundos y se levantó rápidamente, me miró sonriendo y se dirigió a la cocina.
    
    ¡Voy a hacer las ensaladas para la comida!
    
    La cocina está abierta desde el salón y podía ver como empezó a cortar las verduras en el banco de la cocina, tenía el culo respingón marcado en el pequeño vestido, la observé un rato y no pude aguantar más y me fui a la cocina. Me senté en una silla detrás de ella para mirarla de cerca y le dije
    
    ¡Levanta la falda y enséñame tu culo que quiero masturbarme mirándote!
    
    ¡No, tranquilízate que puede entrar alguien y pillarnos.!
    
    Insistí mientras me bajé la goma del bañador y empecé a mover mi pene subiendo y bajando la mano sobre el tronco.
    
    ¡Vale, pero solo un poquito! (dijo ella)
    
    Entonces, sin girarse se levantó el vestido por detrás mostrando el culo con la braga puesta, agachó el cuerpo para levantar el culo y con las dos manos se bajó las bragas ...
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