1. Móviles -8 y final


    Fecha: 03/02/2019, Categorías: Incesto Autor: perrofiel, Fuente: CuentoRelatos

    ... tengo ánimos para hacerlo en el ordenador.
    
    “Flor, esto que vas a leer es el punto y final. Quiero que lo entiendas todo bien y que valores lo que ha pasado hoy.
    
    He pasado días preparando cada momento que has vivido. He tenido a los otros sumisos preparados para actuar en cualquier momento. Solo necesitaba que salieses de la oficina como tantan veces y que no estuvieses preparado para lo que se te venía encima. Y así ha sido. Te he pillado desprevenido y dispuesto a lo que deseara. Un paso tras otro lo has dado muy complaciente, entregado, aún con el miedo que has sentido en todo momento, aunque a ratos fuera más inquietud que otra cosa. Desde la primera mamada, el primer azote, la primera enculada o la primera atadura has sido y te has comportado como esperaba. Has ido dando cada vez más. Eso es lo que tenías que hacer. Lo has disfrutado como una auténtica puta, como el más redomado de los maricas. Y me has heho disfrutar a mi, que es lo que más importa. No ha importado que pudiera verte quien fuera. Y no hablo de la galería. Media ciudad ya te conoce, se ha quedado incluso con tu coche. A ver qué te pasa con todo eso. Te has sentido humillado, vejado, rebajado. Y me has divertido, hecho sentir poderosa. Me lo has dado todo. Y todo he tomado. Lo has perdido todo. Y todo lo he cogido. Estabas siendo humillado hasta puntos impensables. Solo tu imaginación te permitía vivirlo. Y lo has vivido, sufrido.
    
    Sin embargo, no era suficiente. Has querido darlo todo. Has querido ...
    ... perder, lo que eres y lo que serás. Y yo he querido que me lo dieras todo. He querido que nada tuvieras. Y lo he tenido.
    
    Seguramente te estarás preguntando que por qué entonces me desago de ti. Pues bien, quizás, aunque has oido cuando te decía que te iba a humillar hasta tal punto que te ibas a sentir perdido por el éxtasis en el que estabas inmerso, has sido incapaz de entenderlo. Y eso es lo que tienes que hacer ahora, entender, comprender lo que te estaba diciendo.
    
    Con el paso de estas horas en las que no has debido dejar de pensar, es cuando te mereces que te lo haga ver.
    
    Estabas siendo tratado, usado como te merecías. Pero faltaba algo. Y me lo has puesto en bandeja. No puedes creer. Tienes que saberlo y estar convencido.
    
    Tenías que vivirlo como realmente había que hacerlo. No podías seguir siendo humillado en un entorno que lo vivieras como seguro. Y me lo has puesto muy fácil. No puedes creer.
    
    Eso ha dado pie al último paso. A la humillación tal y como debías sentirla, perdido, sin tener la seguridad de que me pertenecías. Y ha sido ahí donde ha empezado el final. En tu inocencia, me he desecho de ti, te he apartado. Cuando digo "de ti", me refiero al "ti” decente. Y ahí te tenía. Perdida tu decencia al ser ultrajado por dos tios, dos sumisos que te estaban violando, ridiculizando, haciéndote perder cualquier atisbo de amor propio, de orgullo. Y todo porque me habías perdido y ya nada de lo que estabas haciendo tenía sentido. Pero te daba igual. Porque ...