1. Mi primer piso de estudiantes -2


    Fecha: 04/02/2019, Categorías: Hetero Autor: Marcos Sur, Fuente: CuentoRelatos

    ... liar con la que quieras” y me dio un beso cerca de la comisura de mis labios sonriendo. Me mordí el labio mirándola cerquita y le dije: “Quizás con alguna pero ¿y con Marta?” y le mis labios mordieron suave su mejilla cerca de sus labios, mientras ella sonreía y dijo rozando sus labios en mi cuello: “Creo que es el día perfecto…” .
    
    Sonriendo no tardamos ni un segundo en mordernos nuestros labios suavemente con suaves muerdos mientras nuestras lenguas comenzaban a buscarse. Un beso lleno de deseo que crecía en ritmo volviéndose húmedo y caliente, por momentos desesperado y con jadeos que dejaban bien a la claras la atracción. Senté a Marta en el mostrador de la cocina sin parar de besarnos de forma que nos faltaba el aliento. De vez en cuando nos mirábamos sonriendo para darnos cuenta de que aquello estaba ocurriendo de verdad. Mis manos masajeaban su pecho por encima de camisa, eran realmente grandes, duras y apetecibles. Mis dedos comenzaron a abrir su blusa despacio, dejando al aire su sujetador celeste de encajes que me estaba haciendo enloquecer. Las amasaba suave hasta donde me abarcaban mis manos, mis dedos jugaban con el filo de la copa del sujetador pero no podía hacer mucho. Marta se mordió el labio y me dijo “Quítamelo”… le quite la blusa y mis manos fueron a atrás desabrochando su sujetador… sus tetas quedaron frente a mí, rotundas, con unos pezones grandes y rosa que no pude evitar lamerlos, morderlos con mis labios y pasear mi lengua por su aureola y la ...
    ... punta. Ella arqueaba su espalda y jadeaba con su respiración agitada.
    
    Era tan genial que la novia del ogro fuera para mí que el morbo nos desbordaba a los dos. Marta me quitó la camisa y notaba sus tetas rozar contra mi pecho mientras acariciaba sus muslos… mientras ella agarraba mi culo apretándome contra ella…. Sus piernas me abrazaban por la cintura y mi mano no tardó en bajar entre sus muslos frotando suave por encima de su tanguita, notando que estaba realmente empapada y rozaba los labios de su coñito depilado que se salían por los laditos de la tela. Sus suspiros comenzaron a crecer apartando a un lado su tanguita con mis manos y frotando con las yemas de mis dedos su clítoris hinchado y palpitante. Sus suspiros se convirtieron en gemidos que se ahogaban en nuestros morreos. Con dificultad sus dedos abrieron el botón y la cremallera de mis vaqueros y empezó a jugar con sus dedos por encima de mis bóxers, haciendo círculos con sus dedos a la altura de mi glande mojando la tela de mis líquidos.
    
    La situación se iba calentando por momentos, atónitos por aquello que nos estaba sucediendo pero sin dejar de jugar juntos. Uno de mis dedos comenzó a penetrarla su coñito que emanaba flujo caliente y que resbalaba hasta su culito de niña buena que yo masajeaba con mimo también.
    
    Marta estaba cachondísima y ya no recordaba lo que le había ocurrido una hora atrás. Estiró mis bóxers sonriendo y dejando al aire mi miembro que apareció enorme, duro y con mis venas marcadas en el ...