Colegas , compadres y cabrones - Relatos Eróticos

Colegas , compadres y cabrones

... quedaron mamados, Rafael se bajó de su potranca y Leonor cogió la verga aún medio erecta y la chupó para succionar las últimas gotas de semen y degustarlas con fruición…Leonor se vistió y mirando su reloj le dijo a Rafael que tenía que marcharse…se besaron y se despidieron. Rafael pidió una cerveza helada, estaba todavía jadeante, sudoroso y sediento, otra vez la cita lujuriosa con su comadre Leonor lo había dejado intensamente satisfecho y de ñapa ese día le había dado un regalo inolvidable…el virgo de su culo…algo que le había negado a su propio esposo definitivamente esa mujer lo tenía muy encoñado…Leonor estaba frisando los 40 años y era una mujer con un cuerpazo de película, unas tetas grandes y provocativas que se balanceaban cuando caminaba con su contoneo de caderas, su culo no era grande y aparentemente no tenía la curvatura que incita a los malos pensamientos pero esa falencia la compensaba con una vulva pronunciada que podía alojar una verga de gran tamaño… su cara era un punto negativo, su maternidad le había dejado unas manchas en la cara que no le favorecían pero su forma de hacer el amor era una ventaja increíble…pero Wenceslao se quejaba de su frialdad…no encontraba un goce sexual con su pareja y ese detalle llenó de interés a Rafael…iba intentar llenar ese vacío de sexo que tenía su comadre, mientras paladeaba su cerveza recordó como habían empezado esta infidelidad incestuosa… en un almuerzo donde hubo derroche de comida y sobre todo de bebida Rafael había ...

... advertido una sugerencia de Leonor…Rafael aprovechó un descuido de su compadre para acercarse a su comadre y en un acto de osadía había besado a Leonor y esa demostración de cariño había sido correspondido con una intensidad inesperada…Rafael supo que allí había posibilidades de conocer en forma muy íntima a su comadre…este hecho aunado al comportamiento de Rebeca su mujer que prácticamente lo había echado de su cuarto nupcial tenía a Rafael en un dilema moral…pero como dice el adagio popular “ las ganas le pueden al miedo”. Los cuartos de esa residencia pobretona estaban separados por un delgado tabique de madera que permitía oír lo que pasaba en los cuartos vecinos, Rafael ya se iba a ir cuando escuchó que el cuarto vecino había sido ocupado…acuciado por la curiosidad se acercó a la delgada pared y escuchó con temor y sorpresa que su compadre Wenceslao era su vecino en esa residencia…intrigado por saber quien era la amante de turno de su compadre buscó una rendija en la desgastada pared hasta que encontró una que para dicha de él quedaba precisamente frente a la cama del cuarto vecino…efectivamente era su compadre Wenceslao…pero la mujer que lo acompañaba estaba de espaldas y no le podía ver la cara…Wenceslao le dio un trago a su acompañante y la hembra ardiente empezó a incitar a su amante con un streap tease…con unos movimientos envidiados por cualquier profesional la mujer meneaba sus caderas con un contoneo tan insinuante que la verga de Rafael volvió a pararse…cuando se ...