Un sueño súper caliente en un clima frío
Fecha: 05/09/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Lia Y, Fuente: TodoRelatos
Santiago se despertó en la madrugada con el pene bien erecto. Estaba teniendo un sueño súper caliente, tenía el corazón ascelerado y sudaba en un clima de 7° centígrados, se levantó de la cama, se sentó, colocó sus manos frotando su cabeza y se cuestionaba cómo por su mente estaban pasando aquellas imágenes tan candentes.
A su mediana edad, recuerda que durante su vida ha experimentado muchos sueños húmedos, los cuales ha disfrutado plenamente; sus anécdotas las ha compartido en pareja, o se las ha gozado en sus noches en solitario, tocando su glande plapitando, y evocando escenas que transcurren en su mente.
Entonces, ¿porqué tenía esta polémica moral?. Pues el sueño era con su madre, y el afirma que esto nunca le había pasado...
-Ella tenía puesto un short sueltecito y no cargaba ropa interior, cuando miró que yo estaba allí, se lo hizo hacia un lado y abrió su entrepierna, un poco nada más, pero lo suficiente para que yo observara su clítoris... lo tenía muy hinchado-.
Santiago al disfrutar de esta escena, no se pudo resistir y se acercó a ella...
-¡Observé fijamente y se lo chupé muy rico!.
Después de hacer que su madre llegara al orgasmo a través de dicha mamada, recuerda que se despertó. Fue inevitable, empezar a repasar en su memoria algún momento en el que pudo haber observado a su madre, en una actitud que haya quedado grabada en su subconsciente. Duró rato escudriñando en sus recuerdos y se le vino a la mente:
-Un día estabamos viendo ...
... televisión, ella sentada en un sillón y yo en el piso, a una distancia en la que podía percibir sus movimientos, al parecer ella no veía con claridad los míos, tal vez pensaría que yo estaba dormido. Pasamos un buen rato viendo la película, ambos nos encontrabamos en silencio, y cuando volteo a verla de repente, tenía su mano entre el short y encima de las pantaletas rozando suavemente su clítoris; tuve que observar varias veces, porque no creía lo que estaba pasando. Pude haber hecho un ruído para que ella supiera que yo estaba atento, sin embargo, preferí seguir contemplando; disfruté de cada instante, su cara de placer y el continuo movimiento de sus dedos que sobresalían por el short ¡me tenía deliciosamente entretenido!.
En ese momento, simplemente preferí ser un observador silente, mi pene sobresalía de mi pantalón, me excitaba y me daba más morbo lo que estaba sucediendo. Esperé que ella terminara y calmadamente se acomodara, perdí el hilo de la película, no creo que ella tampoco me preguntara. Luego, se sentó erguida, plácida, se limpió los dedos con la franela...ninguno de los dos dijo nada.
Cuando Santiago estaba más joven, siempre encontraba las maneras de tener estímulos sexuales. En el patio de su casa, encontró por ejemplo, la manera de espiar a sus vecinas cuando se bañaban, logró hacer un hueco en una vieja pared y desde allí aprovechaba. Cuando iba a las clases de natación, todos los niños estaban pendiente de aprender a nadar y por su parte, Santiago debajo del ...